Televisa busca un socio extranjero para aliviar su crisis financiera

Cuatro mil despidos previstos para este año; cien contratos artísticos en exclusiva cancelados, y un retroceso del beneficio neto durante del primer semestre del 90% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior son las magnitudes con las que el grupo mexicano Televisa aborda la búsqueda de un socio extranjero para aliviar su situación. La compañía de satélites norteamericana Hughes, hoy día rival de Televisa, es uno de los posibles candidatos.El fallecimiento, en abril de 1997, del dueño de Televisa, Emilio Azcárraga Milmo El Tigre, significó el arranque de un plan de ajuste, cambios accionariales y correcciones o afianzamientos de las líneas de negocio del grupo mexicano cuyos resultados comienzan a ser visibles, y en algunos casos inciertos. El heredero del caudillo, Emillio Azcárraga Jean, único hijo varón de cuatro hermanos, tomó el relevo a los 29 años de edad desplazando a Guillermo Cañedo White de la presidencia del Consejo de Administración.También ha marcado ciertas distancias con el Gobierno respecto a la adhesión al oficial Partido Revolucionario Institucional (PRI) de años atrás.

Pero el imperio del Tigre acusa las cargas financieras, los efectos de la sostenida depreciación del peso mexicano frente al dólar y la caída de su cotización bursátil, sólo contenida en los últimos días al conocerse que un grupo extranjero podría estar interesado en comprar parte de Televisa.

A finales del año en curso habrán sido despedidos el 20% de los empleados, 4.000 sobre una plantilla de 20.000. Han quedado suprimidas cinco vicepresidencias; se han cerrado departamentos, instalaciones y programas; se han reducido los salarios de altos ejecutivos, parte de los servicios de una clínica privada y los comedores de cinco estrellas. El objetivo fundamental es el de ahorrar más de 100 millones de dólares al año. Paralemente aumentarán las tarifas publicitarias, un promedio del 30% en 1999, según anticipó el míércoles la casa de bolsa Valores Finamex.

Televisa sufre los apremios de los bancos acreedores. Según afirma el analista Alberto Barranco, los socios minoritarios se resisten a destinar los ingresos por la venta de activos, o nuevos endeudamientos, a los débitos pendientes, además de diferencias entre las familias propietarias sobre los pasos a dar. Barranco cree que la única salida de Televisa es la de aceptar un socio extranjero. Así lo estiman también otros expertos que apuntan a Hughes Corporation, vinculada al mundo de los satélites y dueña de Direct TV, como empresa interesada en ello. Hughes no ha hecho comentarios.

El joven heredero de El Tigre y sus tres hermanas controlan la mayoría de las acciones, el 52%. Un 14% corresponde a la familia Alemán y otro 14% a Alejandro Burillo Azcárraga, considerado la mano derecha de Emilio Azcárraga Jean. El 20% restante está en manos de otros socios.

Préstamos

El préstamo de mayor cuantía, 600 millones de dólares, fue contraído hace cinco años por el Grupo Alameda, filial del Grupo Televicentro, empresa holding que controla Televisa. La reestructuración y la servidumbre de los intereses encareció el crédito hasta más de mil millones de dólares. Este préstamo sindicado fue suscrito con un grupo de bancos encabezado, entre otros, por Bancomer (225 millones), el Banco Mexicano, hoy Santander-México (200 millones) e Ibursa (100 millones), controlado por el multimillonario Carlos Slim, presidente de Teléfonos de México y también posible candidato a entrar en Televisa.El grupo televisivo podría también echar mano de los aproximadamente 700 millones de dólares ingresados con la venta de la participación del grupo en la empresa de servicios por satélite Pam-Am-Sat, y de su filial de anuncios Vendor, según Fleming Research. Sin embargo, disponer de ese efectivo no es fácil ya que existen claúsulas que protegen a los accionistas minoritarios, que rechazan el desembolso para sufragar deudas.