La oposición yugoslava teme el afianzamiento del régimen
ENVIADO ESPECIAL
La oposición en Yugoslavia y los medios de comunicación críticos temen que, si la OTAN bombardea, se produzca un efecto bumerán, que fortalecería al régimen de Slobodan Milosevic y a los sectores más ultranacionalistas.
El ex alcalde de Belgrado, elegido en las elecciones municipales ganadas por la oposición, Zoran Djindjic, del Partido Democrático (socialdemócrata), lo tiene claro: Milosevic podría, gracias a la OTAN, convertirse en un Sadam Husein balcánico. Se basa la metáfora en lo ocurrido con la intervención en Irak, concluida con Husein en el poder y más fortalecido. Periodistas independientes expresaban ayer su preocupación por el "efecto homogenizador" de una intervención de la OTAN en torno a Milosevic, que podría "hacer retroceder años a la oposición yugoslava, porque, cuando hay guerra, desaparece la vida política".
Los elementos más ultranacionalistas del régimen, como el vicepresidente del Gobierno de Serbia, Vojislav Seselj, del Partido Radical Serbio (PRS), han asumido estos días la voz cantante con intervenciones xenófobas y amenazas a la oposición. El objetivo central de sus ataques son, más que la OTAN, los medios audiovisuales que osan emitir en serbio programas de radio procedentes de emisoras extranjeras.
En una conferencia de prensa celebrada ayer en la sede de su partido, Seselj amenazó: "El que ayude al agresor tendrá que soportar las consecuencias". "Vamos a impedir la utilización de nuestros medios de comunicación en la guerra especial", es decir, la de propaganda. Añadió Seselj que las sanciones contra las emisoras que emitan programas de radios extranjeras serán el cierre y requisar los equipos. El ministro de Información de Serbia, Aleksandar Vucic, también del PRS, advirtió: "Está prohibido emitir textos sobre los crímenes de la policía serbia sin un fundamento sólido".
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