Sinfonía en los montes

La provincia marinera de Cádiz tiene un corazón de bosque umbrío y majestuoso: el Parque de los Alcornocales. Y si el sonido del Cádiz marinero está teñido de sirenas de barcos que buscan el puerto, el de su corazón boscoso a principios del otoño está tejido de los berridos del ciervo macho, que hace ulular su sirena ronca para buscar a la hembra. Entre el 15 de septiembre y el 15 de octubre, las noches de la mayor concentración de alcornoques de Europa, que desparrama sus 170.000 hectáreas desde las costas de Gibraltar hasta la Sierra de Grazalema, son una sinfonía apabullante que merece la pena conocer. Pero ojo: una excursión para presenciar la berrea en Los Alcornocales debe ser cualquier cosa menos improvisada. Por muchos motivos. Entre otros, porque su fecha puede adelantarse o retrasarse en función de la climatología. Además, la entrada en el parque está muy controlada debido a la importante actividad cinegética que registra. Y es que una de las peculiaridades de este espacio es la convivencia ejemplar entre la conservación del medio y el aprovechamiento de sus recursos. Ceremonia crepuscular Para asistir a la berrea, hay que ponerse en contacto con la oficina del Parque Natural de los Alcornocales, situada en el municipio de Alcalá de Los Gazules. Allí se facilitan los permisos de entrada y se puede obtener información de calidad sobre los mejores lugares para observar la berrea. Los parajes idóneos para hacerlo son La Sauceda y El Picacho, al norte del parque. En ambos sitios hay refugios forestales y áreas de acampada, pero, salvo que se sea buen conocedor de la zona, merece la pena solicitar la compañía de un guía. Una vez conseguidos los permisos y reservado el lugar para pasar la noche, hay que equiparse bien. El espectáculo de la berrea comienza a la caída del sol, cuando los machos de venado salen a llamar a las hembras que bajan a los llanos en busca de pasto, y se prolonga hasta el amanecer. Por eso es tan importante pasar la noche en el campo. Cuando aún hay luz, los berridos del ciervo pueden orientar al visitante hasta el lugar donde se encuentran, y es posible observarlos si se va con mucho sigilo. Hay que huir de la ropa de colores chillones y de los perfumes, y acercarse al animal con el viento en contra para evitar ser detectado. Los prismáticos son una herramienta muy valiosa. Aunque la climatología del parque es suave durante las horas de sol, las noches son húmedas y frías. Conviene llevar ropa de abrigo. Para comer, la zona ofrece innumerables posibilidades, porque la gastronomía de la sierra de Cádiz es muy rica. Para amenizar la internada en el campo se puede comprar un excelente pan cateto en Alcalá o en las ventas cercanas al parque, y también hay buenos quesos y embutidos de venado y jabalí. Por lo demás, hay que derrochar paciencia y respeto a este medio natural privilegiado. Datos de interés. Para acceder desde Algeciras, se toma la carretera de Los Barrios-Jerez de la Frontera, hasta Alcalá de Los Gazules. Oficina del Parque Natural de Los Alcornocales. Teléfono: 95 6420277. Agencia Amatur (excursiones y guías). 95 6413005. Turismo rural Suber (La Sauceda). 95 2154345. Precio de las cabañas en La Sauceda: 900 pesetas por persona y día.