Aznar amplía su presencia en el País Vasco con tres visitas durante la campaña

José María Aznar estará presente los tres próximos fines de semana en el País Vasco, en un esfuerzo político sin precedentes de la presidencia del Gobierno en unas elecciones autonómicas. Aznar acudirá este fin de semana a la apertura de la campaña electoral, intervendrá el siguiente en un acto, posiblemente de Nuevas Generaciones, y acudirá al cierre de la campaña, todo ello sin descuidar sus compromisos internacionales.

La importancia que se concede a los resultados de las próximas elecciones autonómicas vascas queda reflejado en el esfuerzo que el gabinete del presidente está realizando para acomodar su agenda internacional a la campaña electoral vasca.Aznar, que acudió el pasado 26 de septiembre a San Sebastián para la presentación de candidatos, estará presente el próximo sábado en Bilbao en el acto de apertura de la campaña. Su gabinete estudia ahora su participación el viernes 16 o el sábado 17 en un acto, posiblemente de Nuevas Generaciones, en el ecuador de la campaña. La fecha de este acto está en función de sus compromisos internacionales, concretamente de su presencia en la Cumbre Iberoamericana de Oporto que se celebra ese fin de semana en Portugal.

El presidente del Gobierno volverá al País Vasco una semana después, el viernes 23, para el mitin de clausura. Desde allí se desplazará a Austria donde ese fin de semana se celebra un Consejo Europeo en el que se abordará los planes de reforma de la Unión Europea.

Esta presencia de Aznar en el País Vasco tiene como objetivo transmitir confianza y ánimo a los militantes y simpatizantes del PP que siguen bajo la presión de los nacionalistas radicales, empeñados en boicotear sus actos electorales. Según fuentes del PP, la plana mayor del partido se desplazará al País Vasco durante la campaña a fin de apuntalar a la organización e impedir que ceda ante la presión de los violentos.

Las mismas fuentes descartaron, sin embargo, una masiva presencia de miembros del Gobierno en la campaña vasca, ya que lo consideran contraproducente.

El presidente del Gobierno ha mantenido una postura escéptica ante la tregua declarada por ETA tras la firma del documento de Estella, y sólo en la última semana se ha mostrado dispuesto a dialogar sobre la política penitenciaria a seguir con los presos de ETA, siempre que la organización terrorista confirme públicamente su intención de abandonar la lucha armada.

Durante su viaje a Colombia y Perú, en el que se produjo el anuncio de tregua de ETA, Aznar se pronunció en los términos enérgicos contra el documento de Estella, del que dijo que era rechazable en "el fondo y en la forma".

La cautela en los medios próximos al presidente era también grande en las horas previas al anuncio de la tregua de ETA. Una persona muy próxima al presidente comentaba a los periodistas, sólo minutos antes de conocerse el anuncio, que el Gobierno no tendría problemas en rechazar una tregua de la organización terrorista si ésta incluía alguna condición previa.

La profunda desconfianza del Ejecutivo sobre el alcance e intención de la tregua pactada con los firmantes del acuerdo de Estella quedó de manifiesto en su declaración de Lima, en la que el presidente del Gobierno pidió a ETA hechos y no palabras para demostrar su voluntad de renunciar definitivamente a la violencia.