Sol natural y artificial
La exposición al sol o a las lámparas solares puede provocar la aparición de lunares o modificar el curso de los que ya se tienen. "Una persona con lunares no debe entrar en una sala de bronceado", advierte Miguel Aizpún, de la Academia Española de Dermatología. "Y respecto al sol, es necesario utilizar una crema de protección".Pero también se han visto melanomas (cáncer de piel) en personas de raza negra o que no han tomado el sol, lo cual indica que hay una causalidad genética.
"Nos imaginamos que el sol influye en la aparición de melanomas, porque influye en la enfermedad llamada xerodermapigmentoso. Esta dolencia, que se hereda, consiste en que el enfermo carece de capacidad para reparar el daño que ha provocado el sol en el ADN . A estas personas sólo les sale el cáncer en las zonas en que les ha dado el sol", explica la dermatóloga Aurora Guerra, profesora de dermatología de la Universidad Complutense, de Madrid. Los dermatólogos aconsejan que se examinen también los lunares de los niños, porque si toman el sol se multiplican los riesgos.
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