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Romero dice que hay que desalojar a "un gobierno de caciques que está deshaciendo la herencia de Lerma"

El candidato socialista a la presidencia del Gobierno, José Borrell, reunió ayer en el velódromo Luis Puig de Valencia a más de 6.000 militantes y cuadros socialistas en la fiesta de la Rosa del PSPV. El acto sirvió para presentar ante una multitud de militantes al resto de candidatos valencianos elegidos en el pasado proceso de primarias. Ana Noguera, candidata a la alcaldía de Valencia, y Joan Romero, que aspira a la presidencia de la Generalitat, precedieron la palabra a Borrell. Romero hizo un llamamiento a la militancia del PSPV para desalojar a "un gobierno de caciques que está deshaciendo la herencia de Lerma".

En un acto multitudinario al que acudieron la práctica totalidad de los cuadros y dirigentes del socialismo valenciano, el secretario general del PSPV y candidato a la presidencia de la Generalitat, Joan Romero, reclamó la herencia de los gobiernos del ex presidente de la Generalitat Joan Lerma y estructuró su intervención sobre tres argumentos: convencer a la militancia de que el partido ya está en marcha para ganar las próximas elecciones, criticar la política del PP y proponer alternativas. Romero dijo al auditorio que la fiesta de la Rosa del PSPV se inicia bien, porque se convoca en un velódromo, que es el espacio que los alemanes del SPD eligieron para cerrar la campaña electoral que les llevó al gobierno. Además, para el candidato a la presidencia de la Generalitat, el partido socialista sigue "la rueda buena", la de los candidatos elegidos en primarias para un buen número de ayuntamientos valencianos: Subías, Crispin, Noguera, Catalán, Pina y Moreno. Para criticar la gestión del Partido Popular, Joan Romero utilizó palabras descarnadas. Refiriéndose a Benidorm, el candidato autonómico del PSPV indicó que los ciudadanos volverán a apostar por Manuel Catalán, que fue desalojado de la alcaldía después de que Zaplana la obtuviese "comprando el voto de una tránsfuga". Romero también se detuvo en la situación política de la comarca de La Vega Baja donde la política realizada por el PP "se hace oscura", tanto que obliga a militantes de ese partido a denunciarlo. Sin embargo, Romero guardó sus mejores rejones para criticar al Consell de Eduardo Zaplana. Indicó que el gobierno del PP es el de la derecha "autoritaria y arbitraria" y que no tiene ningún reparo para censurar libros y no reconocer a los suyos". Romero puso como ejemplo la actitud del PP hacia intelectuales y escritories como Joan Fuster y Enric Valor. Para el candidato a la presidencia de la Generalitat, el Con-sell ha perdido "el tren de las infraestructuras, el de la formación y el de los servicios sociales". Sin embargo, Joan Romero explicó: "Los ciudadanos no quieren sólo críticas sino razones y argumentos para apoyarnos". Acto seguido adelantó cuatro de sus preocupaciones básicas como candidato: garantizar la calidad de vida y el Estado del bienestar colocando la Administración al servicio de los ciudadanos, crear un tejido competitivo para la economía valenciana, reforzar las señas de identidad de los valencianos con un proyecto común y garantizar que éste sea sostenible desde el punto de vista medioambiental. El candidato advirtió a la militancia que sólo quedan "ocho meses para trabajar y convencer a los ciudadanos". Por su parte, Ana Noguera, candidata a la alcaldía de Valencia, se estrenó en un mitin multitudinario con un discurso en el que reclamó un cambio en la forma de gestionar y de hacer política. Noguera pidió dos cosas a la militancia: "ilusion y colaboración" para borrar "la etapa de grises" [del gobierno municipal del PP]. "Hemos de soltar el plomo para que despegue esta ciudad y ese plomo se llama Rita Barberá", prosiguió Noguera, "Hemos de decir basta y cerrar en este fin de siglo una etapa de crisis". La candidata explicó que ella no quiere ser "la alcaldesa que inaugura los jardines remodelados, ni la que asiste a los cócteles del tercer milenio", en referencia a Barberá. Noguera, que agradeció a Borrell que eligiese Valencia para explicar su proyecto tras la ejecutiva federal del PSOE celebrada el día anterior, afirmó que la ciudad que gobierna Barberá se ha vuelto "dura y agresiva, difícil para la convivencia y pierde identidad y peso en España y en Europa". Ana Noguera advirtió que la alcaldesa del PP intentará volver a conseguir el apoyo de los votantes con promesas falsas como las que ha hecho siempre.

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