Pocas setas, lluvia y mucho frío en el inicio de la temporada "boletaire"

En las montañas del Berguedà han nacido este años pocos robellones. Sin setas, con lluvia y mucho frío, el tradicional concurso de setas de Berga que se celebra en el Pla de Puigventós (Berguedà) quedó un tanto deslucido. El ganador del certamen fue Jaume Soler, de Bagà, que presentó un cesto con 51 kilos de robellones a pesar de la escasez (otros años, para ganar el concurso se debían recoger más de 80 kilos). Soler, después de recibir las 60.000 pesetas del premio, explicó: "Es un año muy malo, hay pocas setas y las que encuentras están en mal estado". Miquel Márquez, presidente de la Penya Boletaire de Berga, que organiza el concurso, coincidía con Soler en la escasa presencia de setas en el bosque. La fina lluvia que acompañó a los concursantes en la mañana de ayer es una esperanza para poder enderezar la temporada en las próximas semanas. Aunque siempre es arriesgado pronosticar cuándo será un buen año de bolets, la tradición popular sostiene que es necesaria una adecuada proporción de sol, lluvia y ausencia de viento. Dentro de tres semanas podría haber mejores noticias.