Las pruebas del nuevo espacio aéreo de Barajas provocarán cancelaciones

El aeropuerto madrileño de Barajas se prepara, a partir del día 8, para un enorme reto: la modificación de su espacio aéreo, lo que los técnicos llaman nueva terminal aérea. Todo el proyecto de ampliación del aeródromo (una inversión de 150.000 millones de pesetas), depende del éxito de esta prueba, que se extenderá hasta el día 16. El Ministerio de Fomento ya ha anunciado que se sufrirán retrasos y cancelaciones. Las aerolíneas han acoplado a los pasajeros sobrantes en otros vuelos. Todos están a la espera de lo que pase.

El ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado tiene previsto inaugurar en noviembre la tercera pista (29.000 millones de pesetas de inversión). Pero esta cita depende de que el nuevo espacio aéreo entre en marcha sin problemas. La terminal aérea actual -más reducida que la se probará el día 8- resulta insuficiente para acoger el aumento del tráfico que supondrá la puesta en marcha de la tercera pista: el aeropuerto pasará de las actuales 50 operaciones a la hora a 75, aunque las pruebas previas obligarán a disminuir las operaciones hasta que controladores y pilotos se adapten.Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), organismo público del que dependen los aeródromos nacionales, reconoce que la puesta en marcha de la nueva terminal no será fácil. Los controladores son los más afectados por los cambios. Además de las modificaciones en el espacio aéreo, el próximo día 8 se pone en marcha una nueva torre de control. La vieja debe ser abandonada progresivamente para que todo el peso del tráfico recaiga, en poco más de un mes, en una nueva, alejada varios kilómetros de su antecesora. Esta nueva torre, que mide 71 metros y ha costado 1.500 millones de pesetas, obliga a los controladores a seguir visualmente la llegada o el despegue de las aeronaves por el lado contrario al que estaban acostumbrados: en la vieja torre, los aviones les aparecían por la derecha, mientras que ahora lo harán por la izquierda.

Los pilotos, mientras, deberán adaptarse también al nuevo espacio aéreo. Por ello, las compañías, que reducirán vuelos, iniciaron el pasado jueves una campaña informativa para justificar las anulaciones y demoras. Barajas, entretanto, ha dispuesto un teléfono de información (913058343), y anuncia que reforzará los equipos de atención al público, identificados por sus chaquetas verdes.

Cancelación de vuelos

Iberia ha calculado que el 3% de los vuelos del puente aéreo Madrid-Barcelona y otros 90 peninsulares, programados entre los días 8 y 16 de octubre, serán cancelados. Entre ellos, los siguientes: 24 puentes aéreos Madrid-Barcelona; 12 vuelos entre Madrid y Bilbao; ocho entre Madrid y Alicante; seis entre Madrid y Granada; otros tantos entre la capital española y Oviedo; cuatro entre Madrid y Jerez de la Frontera; cuatro entre Madrid y Tánger; otros cuatro entre Madrid y Valencia; cuatro entre Madrid y Marsella; dos vuelos con destino a Sevilla; dos a San Sebastián; otros dos entre Madrid y La Coruña y dos con destino a Santiago de Compostela.Desde la semana pasada, las agencias de viajes reciben, a través de sus ordenadores, comunicados oficiales que advierten de las posibles molestias. Por ello, recomiendan que los usuarios consulten con las aerolíneas antes de acercarse a Barajas.

Estas campañas informativas responden a un intento de AENA de no repetir el caos sufrido a finales del pasado junio. En aquel momento, y también a causa de una renovación del sistema informático del aeropuerto -las tradicionales pantallas de seguimiento de los aviones, en blanco y negro, fueron sustituidas por otras en color y mucho más avanzadas-, tuvieron que reducir el número de vuelos.

Como las compañías no fueron avisadas con antelación, siguieron vendiendo billetes como si el aeropuerto funcionase al cien por cien. Centenares de vuelos fueron suspendidos y miles salieron con horas de retraso. El Gobierno de José María Aznar se comprometió a que nada parecido volviese a ocurrir. Él día 8 es la prueba de fuego.