Fuertes sospechas del uso de la droga EPO en el Parma
Toda la plantilla presenta una altísima tasa de hematocrito
El escándalo del dopaje en el fútbol italiano cobró ayer un carácter sensacional: los 24 jugadores de la plantilla del Parma, uno de los principales equipos del calcio, presentaban el pasado mes de julio una tasa de hematocrito superior o muy cercana al 50%. Este índice hace sospechar que los futbolistas han ingerido EPO (eritropoietina), una droga prohibida en el espectro deportivo que aumenta considerablemente la oxigenación de la sangre y permite una mayor resistencia al esfuerzo artificialmente.La EPO ha sido el principal motor de controversia en el mundo del ciclismo. La Unión Ciclista Internacional considera dopaje cualquier cifra superior al 50% en el nivel de hematocrito, que viene a representar el volumen de glóbulos rojos en el torrente sanguíneo. Cuando se detecta, automáticamente se quita la licencia al corredor hasta un control posterior a los 15 días.
Los resultados de estos análisis fueron descubiertos por los carabinieri durante un registro ordenado por el procurador de Bolonia, Giovanni Spinosa, que investiga desde hace dos años la utilización de productos ilegales en el deporte.
La tasa de hematocrito es particularmente elevada en dos jugadores: el portero suplente Alessandri Nista, que presentó el pasado 27 de julio una tasa del 63%, y Stellone, un 52%. El resto del equipo tendría una tasa que se aproxima mucho o es ligeramente superior al 50%.
El Parma está plagado de internacionales. Uno de ellos, el argentino Hernán Crespo, tenía una tasa del 51,8. Los italianos Fabio Cannavaro, Dino Baggio, Enrico Chiesa y Ginaluigi Buffon, todos ellos integrantes de la selección italiana en el pasado Mundial, presentaron unos niveles muy altos: 45.7, 48.1, 46.9 y 45.7 respectivamente, según informaciones obtenidas en medios cercanos a la investigación.
Sexto de la última Liga, en el Parma también figuran el francés Thuram, el colombiano Asprilla o el argentino Verón.
La Federación Italiana salió inmediatamente al paso de las noticias para decir que los internacionales habían pasado dos veces el control antidopaje, siempre con resultados negativos. Fuentes del Parma desmintieron cualquier tipo de dopaje y declararon que la presencia de una tasa tan alta de hematocrito se debe al periodo que pasó el equipo en los Alpes, realizando entrenamientos en altura. Este tipo de entrenamientos también producen una alta oxigenación en la sangre y son los que habitualmente se utilizaron, antes de la aparición de la EPO, y siguen usándose como opción legal, en muchos deportes, incluído el fútbol.
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