Sobre Felipe II
El colectivo Manifiesto 2 de Enero, que desde 1995 viene pidiendo la transformación del Día de la Toma de Granada en una "fiesta de la tolerancia", quiere expresar su apoyo a las declaraciones del catedrático de Historia moderna de la Universidad de Salamanca Manuel Fernández Álvarez al diario EL PAÍS sobre el homenaje que está recibiendo FelipeII con motivo del cuarto centenario de su muerte: "Da la impresión de que la España de hoy desea colocar a Felipe II en su galería de ilustres, pero con la historia no se puede hacer trampa", dice Manuel Fernández.El académico y premio nacional de Historia en 1985 denuncia que, "con motivo del cuarto centenario de la muerte de Felipe II, se intenta maquillar los aspectos más sombríos de la política de un rey que prefirió la represión brutal de cualquier disidencia antes que la negociación o el juego diplomático. Y como eje de su conducta, siempre el dogma religioso, bien fuera contra los protestantes de los Países Bajos o contra los moriscos de España", señala más tarde. El historiador Fernández Álvarez asegura: "Felipe II ordenó quemar papeles para que la historia no descubriera la verdad" (EL PAÍS, 27 y 30 de agosto de 1998).
Otra opinión que compartimos es la del también historiador Salvador Sánchez Fuster, que, después de visitar la exposición y leer el catálogo, describió así la muestra sobre Felipe II: "Ofrece una visión del monarca con sus luces y sus sombras, aunque las luces aparecen con todo su resplandor y las sombras tan difuminadas que casi desaparecen. (...) Lo conflictivo se soslaya o se carga al debe de otro. (...) Y la ubicación de los documentos incriminadores del monarca está a trasmano, cuando uno cree que ya ha acabado la exposición. (...) La última y más manida de las justificaciones", dice Sánchez Fuster, "es la siguiente: "En todas partes se hacía lo mismo" (EL PAÍS, 11 de agosto de 1998).
No se trata de tener preferencias o rechazos históricos, ni de considerar más desalmadas las deportaciones e injusticias del siglo XVI que las gravísimas que ha presenciado nuestro siglo XX. Para nosotros, tan condenable es la persecución de los judíos por parte de los Reyes Católicos como la de los moriscos por parte de FelipeII, o la que desataron los nazis -también contra los judíos y otras minorías étnicas- durante la Segunda Guerra Mundial. El respeto que se merecen esas minorías perseguidas está por encima de los contextos históricos y nos obliga a denunciar todos los intentos de maquillar la imagen de sus verdugos.
Este colectivo considera que se pueden proyectar los valores del presente para juzgar el pasado. Porque los valores que este colectivo defiende hoy son los mismos que defendieron en el siglo XVI el arzobispo de Granada Luis de Quijada o el marqués de Mondéjar, contrarios también a la expulsión de más de 100.000 moriscos que decretó Felipe II. Son los mismos valores de solidaridad y justicia que impulsaron a fray Bartolomé de las Casas a defender los derechos de los indios.- y 10 firmas más. Coordinador del Colectivo Manifiesto 2 de Enero.
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