_
_
_
_
FÚTBOL LIGA DE CAMPEONES

Un club abierto a la economía de mercado

Mábel Galaz

En la plaza Roja, justo enfrente del Kremlin, Hugo Boss ha abierto una nueva tienda. Cerca de allí Versace ha instalado la suya, aunque la última novedad en Moscú es Calvin Klein. Junto a la Rusia más tradicional, la más innovadora. Algo así sucede con el Spartak de Moscú, el equipo con más tradición en el país, pero a la vez un club abierto a la economía de mercado. Fundado en 1922, con 12 títulos de Liga, 5 Copas de Rusia y 10 Copas de la URSS, además de 8 participaciones en la Liga de Campeones, 3 en la Recopa y 14 en la Copa de la UEFA, el Spartak es un club rico gracias a la venta de jugadores. En 1985 se abrió el mercado y desde entonces docenas de sus jugadores han dejado el equipo, lo cual debilitaba las posibilidades del club en las fases finales de las competiciones continentales. Muchos de ellos han recalado en el fútbol español, como Karpin, Onopko, Radchenko, Mostovoi y Ledhiakov.Pero si en los finales de los años ochenta el Spartak se mantenía gracias a las ventas de sus futbolistas, ahora ya no sucede así. Con las nuevas reglas de la economía rusa, dos grandes empresas, Gazpron, poseedora del monopolio del gas ruso, y Adidas contribuyen a su patrocinio. Gracias a estas contribuciones, el club puede permitirse ahora el lujo de no vender a todas sus estrellas e incluso pagar por alguna de ellas, como ha sucedido con el delantero Kanischev, en el que ha invertido más de 100 millones de pesetas.

Más información
Hiddink huye de la euforia

Su afición es una de las más radicales. Doscientos aficionados del Spartak se citaron con otros tantos del CSKA de Moscú para pelearse antes del partido que el sábado enfrentó a ambos equipos. Uno de ellos todavía se encuentra en estado muy grave en un hospital de Moscú.

Pero la saneada economía del Spartak contrasta con la crisis económica del país y se refleja en las taquillas. El estadio Luzhniki, con capacidad para 85.000 espectadores, se llenará aunque para ello los aficionados habrán tenido que hacer un gran esfuerzo. El precio de las entradas -entre 700 y 2.000 pesetas- equivale al salario semanal de un sueldo medio en Rusia.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Mábel Galaz
Fue la primera mujer en pertenecer a la sección de Deportes de EL PAÍS. Luego hizo información de Madrid y Cultura. Impulsó la creación de las páginas de Gente y Estilo. Ha colaborado con varias cadenas de televisión y con la Cadena Ser. Ahora escribe en El País Semanal.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_