LA RUEDA DE LA MOTO ESTABA EN MAL ESTADO Cuatro guardias civiles declaran por el accidente mortal de otro agente

La investigación para determinar si hubo alguna negligencia por parte de los mandos de la Guardia Civil de Xàtiva que desembocara en el fallecimiento en accidente de tráfico del agente Miguel Ángel Herguido Díaz, llevó ayer a los juzgados de la ciudad a cuatro miembros de la institución, que fueron citados a declarar ante el juez. La familia del guardia civil muerto en julio de 1997 asegura que la motocicleta que usaba estaba en mal estado (uno de los neumáticos carecía de suficiente relieve) y que por ello sufrió el accidente.

Ante el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Xàtiva declararon ayer los dos agentes firmantes del atestado sobre el accidente, E. A. F. M. y R. G. R. (instructor y auxiliar), el capitán jefe del subsector de Valencia, N. C. N., y el sargento jefe del destacamento de Xàtiva P. M. F. La acusación particular, en representación de la familia, culpa del siniestro a los mandos del destacamento setabense al que estaba adscrito Herguido, natural de Ciudad Real y de 26 años. Miguel Ángel Herguido perdió el control de su motocicleta cuando ejercía labores de dirección de carrera en una prueba ciclista por el tramo que discurría entre Nuevo de Fenollet y Barxeta el 21 de julio de 1997. La motocicleta superaba los 15.700 kilómetros sin que sus neumáticos fuesen repuestos, cuando raramente se superan los 10.000 kilómetros para que la sustitución sea efectiva. El instructor y el auxiliar del atestado declararon que los datos referidos a la medición del dibujo del neumático les fueron facilitados telefónicamente, a través del sargento de automovilismo de la Guardia Civil en Valencia. Un informe judicial señala que de 10 mediciones efectuadas, cinco no alcanzan ni siquiera el milímetro, cuatro de ellas llegan a 0,5 milímetros y únicamente una alcanza un milímetro, cuando la legislación marca un mínimo de 1,6 milímetros. Estos datos se refieren a la profundidad del dibujo en la parte central de su banda de rodadura y se hicieron a lo largo de toda la circunferencia del neumático. El informe añade que el neumático delantero de la motocicleta con la que tuvo el accidente Miguel Ángel arroja una profundidad media entre los tres y los cuatro milímetros. El informe telefónico sobre el estado del neumático, en cambio, señala que de tres mediciones efectuadas, todas ellas alcanzan o superan el mínimo marcado por la legislación. El sargento y el capitán reconocieron que nunca verificaron el estado del neumático tras el siniestro y se atuvieron a los datos que les facilitaron por teléfono. Pero el sargento jefe de Xàtiva admitió que varios motoristas de su destacamento habían señalado por escrito la inconveniencia de seguir utilizando la moto con esas ruedas. Una de las seis quejas era del propio Herguido. El sargento negó que el adjudicatario responsable de la motocicleta hubiese emitido una notificación verbal y otra escrita solicitando los nuevos neumáticos. El abogado de la acusación particular, Ramón Alén Vázquez, afirmó que es una "vergüenza" que los declarantes no verificaran personalmente los datos técnicos.