"Los teatros deberían apostar más claramente por los grupos vascos"

Puede decirse que Asier Hormaza ha logrado su sueño: "ser actor, poder seguir siéndolo y que mi trabajo llegue, que sea valorado". Compagina casi todas las facetas de su profesión y disfruta de todas ellas: casi cien funciones con la gira de Todo Shakepspeare (o casi), un papel en Entre dos fuegos, la serie de ETB, y en esta misma cadena va a presentar un nuevo programa sobre las artes escénicas, Desde el gallinero. Pregunta. Hasta ahora no había trabajado como presentador. ¿Te planteas la televisión como un medio o como un fin? Respuesta. Tanto la televisión como el teatro o el cine tienen que ser un fin en sí mismos. Son trabajos diferentes y todos merecen respeto. Cada ámbito me da una cosa y me permite expresar y aprender de una manera diferente. Aunque forman parte del mismo medio, presentar es diferente a hacer series. Desde el gallinero es un programa cultural que pretende acercar al público las artes escénicas. En este caso se busca un estilo neutro, natural. P. ¿Necesitan promoción las artes escénicas? R. Más que promoción necesitan estar presentes. Creo que tienen un público pero en esto, como en todo, se trata de vender productos y hay veces que se acierta y otras que no. Aunque a veces oyes a gente que dice que se programa poco, hay espectáculos que no van a verse. Hay que buscar un punto de encuentro entre lo que el público quiere y lo que pueden ofrecer el artista y el productor. P. ¿Echa en falta algo en el panorama teatral vasco? R. Creo que estamos viviendo un momento bastante dulce porque se programa y hay cada vez más escenarios teatrales. Pero lo que echo de menos es una apuesta más clara por los grupos vascos frente a otros de fuera por parte de los teatros: que no se arriesguen. P. Con Todo Shakespeare (o casi), lleváis de gira casi año y medio ¿Qué representa para usted? R. Estoy muy contento con esta obra, tanto profesional como personalmente. A Niko Lizeaga y Joseba Apaolaza, mis compañeros de reparto, ya los conocía pero tanto tiempo juntos, nos ha supuesto ahondar más en todos los niveles y a la hora de trabajar eso se agradece mucho. Con esto lo que hacemos es confirmar que en Euskadi, los actores nos llevamos bien. El teatro aquí es familiar, los actores trabajan juntos durante años. P. ¿Pero no hay muchos actores que se quedan sin entrar en el circuito? R. Yo ahora me he unido al carro de los que trabajan habitualmente, pero es cierto que hay muchos que se quedan en el paro. Eso es algo que siempre me ha dado que pensar, en principio porque yo estaba en esa situación. Pero cuando llega el momento en que te toca, ves que tampoco puedes hacer mucho, sólo hacer bien el trabajo y así procurar que se genere más. Aunque no sé hasta que punto merezco tanto volumen de trabajo. P. ¿De qué interpretación está más satisfecho? R. Hasta ahora todas las obras en las que he participado han sido de mi gusto, todas han sido un reto: La espada de Pedragón, La importancia de llamarse Ernesto o Todo Shakespeare (o casi), con la que estoy ahora. Con Rómulo el Grande estuve sólo 15 días pero fue un caso especial: éramos casi 20 actores y supuso el reto de dar salida a un proyecto de esa magnitud. Además trabajé con Luis Iturri, que aunque me había dirigido en Entremeses, nunca había actuado con él. Fue un proyecto bonito e interesante. P. ¿Y su papel en Entre dos fuegos? R. Mi personaje es el de un arquitecto que vive un enfrentamiento muy fuerte con su padre; pero las circunstancias van cambiando, tiene una novia,... Hasta ahora las malditas audiencias indican que la serie está creciendo. P. ¿Cómo te preparas? ¿Eres lo que se suele llamar un actor de método? R. Cada uno tiene el suyo. El mío es no tener método, el no esperar, el dejarme sorprender. Me dan un personaje, una serie de claves de él y la cabeza y las emociones empiezan a venir y voy encajando las piezas. Sí que echo mano de situaciones que he vivido. Te conviertes en algo que se está mostrando, utilizo mucho de mí. P. ¿Y estos personajes influyen a su vez en usted? R. Sí me hacen plantearme dudas. Eso es lo bonito de esta profesión, hacerla tan tuya como para hacer partícipe a tu vida de lo que estás haciendo. P. ¿Qué opina sobre el papel que realizan los políticos en el mundo del teatro? R. Los políticos tienen un bonito papel de figurantes. Siempre van a ver a Els Joglars o Dagoll Dagom, a los grandes eventos que hay que lleva chaqueta y corbata. A mí me gustaría verlos en Todo Shakespeare, al menos para comprobar que están cercanos al pueblo. Aunque si viniesen, se convertiría en algo muy solemne y yo quiero divertir al pueblo.