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Desarticulada la principal red de venta de droga a los poblados marginales

Jan Martínez Ahrens

La principal red de suministro de heroína de los poblados marginales ha sido desmantelada por la Unidad Central de Estupefacientes. En la operación, la policía ha detenido al supuesto cabecilla de la organización, Jesús G.G., alias Susi, de 43 años, y también ha desmantelado dos laboratorios clandestinos de heroína y ha decomisado 48 kilos de dicha droga. Este alijo, el mayor aprehendido en Madrid en lo que va de año (un tercio de todo lo descubierto en España en dicho periodo), se hubiese convertido en el mercado del menudeo en dos millones de dosis (unos 3.000 millones de pesetas).El golpe policial, calificado por el director general de la Policía, Juan Cotino, como el más importante del año contra el narcotráfico madrileño, ha destapado la profunda implantación de las mafias turcas de la droga en la capital. En este caso, la célula la dirigía supuestamente un español -hecho poco frecuente- que obedecía órdenes directas de Urfi Cetinkaya, alias El Paralítico, un buscado narcotraficante turco que controla una de las principales redes de importanción de heroína marrón del sureste asiático.

PASA A LA PÁGINA 3

La heroína para los poblados llegaba en camiones procedentes de Marruecos

VIENE DE LA PÁGINA 1Gracias a su contacto con El Paralítico, el supuesto jefe de la delegación madrileña disponía de un rápido y continuo suministro de heroína. Ésta, siempre según los investigadores, procedía de Afganistán y, tras su paso por Turquía, era enviada a España, a través de Marruecos, donde era ocultada en camiones y autobuses que la llevaban hasta Madrid. Una vez en la capital, la célula la trataba en dos laboratorios clandestinos, ubicados en un piso de la calle de San Cipriano, número 47 (Vicálvaro), y en un chalé de la calle de San Francisco, número 55, en Ciempozuelos.

En estos dos lugares, la banda se dedicaba presuntamnete a adulterar la droga, antes de venderla a los principales distribuidores de los poblados (La Rosilla, Jauja, La Celsa, Cerro de la Mica). Para este proceso de corte utilizaban cafeína y paracetamol (un depresor del sistema nervioso), sustancias de las que la policía ha decomisado 100 kilos en la operación.

Las primeras pistas sobre esta organización llegaron hace 15 meses y se aceleraron a principios de año, cuando la policía empezó a pisarle los talones al turco Alí I.K., al advertir que utilizaba dos viviendas en Madrid. Los seguimientos permitieron descubrir que uno de estos pisos, ubicado en San Blas, le servía como laboratorio clandestino. La instalación, destinada a la adulteración, prensado y empaquetado de la heroína, incluía una prensa hidráulica, máscaras, gafas industriales, molinillos y mezcladora. La pasada semana, cuando se comprobó que había recibido un cargamento de tres kilos de droga, fue detenido. El siguiente paso fue desarticular al resto de los supuestos integrantes de la banda con los que había mantenido contactos en los últimos meses. Y así cayeron Jesús G.G., con antecedentes policiales por narcotráfico en Bélgica, Alemania y España, y su cuñado y lugarteniente, Fernando G.C., de 44 años.

La droga fue hallada en cuatro cajas fuertes (dos ocultas en la caseta del perro) del chalé de Ciempozuelos. Allí también se descubrió un depósito de armas compuesto por una pistola de 9 milímetros Parabellum con la numeración borrada, cuatro bolígrafos pistola y abundante munición. El hecho de que la organización manipulase y adulterase la droga era posiblemente desconocido por sus compradores, quienes confiaban en que los paquetes procedían directamente de Turquía.

"El empaquetar y prensar la heroína es un truco para dar apariencia de mayor pureza a la droga. No hay que olvidar que en los poblados ha aumentado el consumo de heroína fumada, que exige mayor pureza. Y por eso los grandes vendedores de los poblados la exigen sin adulterar", señaló el jefe de la Unidad Central de Estupefacientes, José García Losada, quien avanzó que este golpe al narcotráfico provocará un aumento de los precios de la heroína en los poblados.

"No es que se quede el mercado desabastecido. Los vendedores, bajo la excusa de la redada, aprovecharán para cortar unos días el suministro. Luego sacarán la droga que guardan y aumentarán los precios", concluyó Losada.

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Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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