Los socialistas catalanes rechazan que Maragall se presente a las elecciones sin las siglas del partido
Los socialistas catalanes no consentirán que su candidato a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, concurra a las urnas sin las siglas del PSC. Esta posibilidad, que ya fue acariciada por el propio Maragall hace tres meses, ha sido puesta de nuevo sobre el tapete por el líder de Iniciativa per Catalunya (IC), Rafael Ribó, como fórmula para materializar un eventual acuerdo preelectoral entre el PSC e IC.Ribó expuso el lunes a Maragall su idea de que sus respectivas formaciones concurran a las elecciones catalanas diluidas en una candidatura unitaria abierta a otros partidos políticos o sectores sociales de centroizquierda. Aunque no descartó otras posibilidades, Ribó propuso que esa candidatura unitaria tomase la forma de una agrupación de electores encabezada por Maragall y ajena a las siglas de sus integrantes.
En contraste con el silencio de Maragall respecto a la propuesta de Ribó, numerosos dirigentes del PSC expresaron ayer su rechazo frontal tanto a un eventual abandono de las siglas del partido como a una alianza electoral en la que las únicas formaciones integrantes fuesen IC y el PSC, aunque todas las fuentes de la dirección socialista consultadas se mostraron partidarias de que Maragall articule un amplio movimiento de centro izquierda que vaya más allá de las fronteras del PSC con el objetivo de arrebatar a CiU el Gobierno catalán.
Los socialistas consideran carente de toda lógica la pretensión de prescindir de las siglas de un partido que en las últimas elecciones generales cosechó algo más del 40% de los votos en Cataluña. Y atribuyen esa propuesta de Ribó a la preocupación derivada de las magras perspectivas de voto que los sondeos de opinión conceden a IC, especialmente después de la escisión de IU. Una preocupación que, a juicio de los socialistas, es más apremiante a medida que se acerca la próxima asamblea de IC, convocada para finales de noviembre y a la que Ribó y su equipo deben presentar una estrategia electoral definida.
La opción de colaboración con IC que, hoy por hoy, prefiere el PSC es la presentación de candidaturas separadas, pero ligadas entre sí por un acuerdo político sobre prioridades programáticas. Fuentes de la dirección del PSC sostienen que la disolución de las siglas de IC no sólo perjudicaría los intereses electorales de esta formación y de la candidatura de Maragall, sino que tendría efectos contraproducentes, como la abdicación de un cierto espacio electoral en favor de los anguitistas de Esquerra Unida i Alternativa (EUiA).
De todos modos, tampoco la dirección socialista tiene claro bajo qué forma puede cuajar la idea de Maragall -bendecida por su partido- de construir una alternativa progresista a Pujol abierta tanto a sectores que están a la derecha como a la izquierda del PSC.
Mientras, Maragall sigue su ronda de consultas sin agobios gracias a que la crisis interna de CiU le ha permitido en las últimas semanas disponer de su tiempo y marcar los ritmos a su antojo.
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