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Enfermos mentales trabajan en una firma nacida de una escuela taller Una calidad especial

EMPRESAS» Grupo de Empresas Sociales de JaénLa reforma psiquiátrica eliminó los centros de internamiento para enfermos cuya patología los invalidaba sólo durante un pequeño periodo al año. Hubo que darles salida y una de ellas fueron los talleres ocupacionales. En 1993, un grupo de pacientes con problemas mentales inició un módulo de informática y, como sin especialización no había demasiado futuro, se orientó a los alumnos en temas de diseño, maquetación y edición de libros, entre otros aspectos. Se habían generado ciertas expectativas al respecto y no canalizar hacia el mercado laboral el potencial humano habría dañado la base misma de los talleres. Entonces fue cuando a la Administración se le ocurrió convertirse en empresaria. Creó una sociedad limitada con el nombre de Imprenta Electrónica y contó con Iniciativas de Empleo Andaluzas (Idea) y la asociación Síndrome de Down como socios. En 1994 los talleres se reconvirtieron en empresa, se realizaron ocho contratos -la mayor parte a personas con problemas psíquicos o discapacidades- y empezaron a trabajar para la calle. Manuel Gordo es el gerente de la entidad, denominada Grupo de Empresas Sociales de Jaén. Asegura que como se trata de una empresa, con el objetivo de ganar dinero -aunque la finalidad más que el lucro sea reconvertir los beneficios en nuevos empleos o inversiones en infraestructuras-, los clientes no transigen. "La primera vez pueden pensar: "Vamos a ayudarles"; pero la segunda vez que acuden a tí es porque tienen una garantía de presupuesto y calidad". Así fue como nació A Demanda. La imprenta, equipada con la tecnología más moderna, se convirtió en un punto de partida. A finales de 1995 se convirtieron en un centro especial de empleo. Eso les permite acceder a bonificaciones de la Administración por cada puesto de trabajo fijo que se cree y, a la vez, que les obliga a destinar sus dividendos a la generación de nuevos contratos. La empresa ha ido creciendo y multiplicándose. Hace algún tiempo compraron unos invernaderos en Castellar, de los que se obtienen productos hortofrutícolas que se venden a envasadoras. De los módulos de carpintería salen trabajos artesanos (sillas, mesas, puertas) que adquieren distribuidoras. En abril pasado abrió sus puertas la taberna del Cortijo de las Lagunillas. El año pasado facturaron, entre unas y otras actividades, unos 82 millones de pesetas. "El año pasado fiscalmente fuimos autosuficientes porque hubo beneficios", señala Gordo. Ahora mismo están de mudanza. La intención es concentrar en la parcela que rodea la casona donde se encuentra el restaurante todos los servicios que presta la empresa y convertirla "en una especie de villa turística o artesanal, un núcleo de servicios prestados por enfermos mentales", explica el gerente. La idea es que quien se pase por este espacio, una antigua vaquería a las afueras de la ciudad, con una buena panorámica del castillo y la sierra jiennense, se lleve el recuerdo de una buena comida, compre artesanía de madera, eche un vistazo a la guardería de animales o adquiera algunos productos naturales cultivados en los invernaderos. Entre otras cosas. La empresa tiene ahora mismo 32 trabajadores, 23 de ellos con alguna minusvalía (la mayoría, una leve esquizofrenia). Las empresas al uso no suelen contratar a este tipo de trabajadores por el temor de que una recaída le lleve a solicitar la baja laboral. Eso es lo que frena a los empresarios, porque entienden que cuentan con un punto en contra:el absentismo. Sin embargo, su experiencia demuestra que no es así. El año pasado el índice de ausencias en el Grupo de Empresas Sociales de Jaén fue de un 7%. Gordo se siente orgulloso de la plantilla: "Son un lujo". Para enfatizar el grado de calidad conseguido indica que, en estos casi cinco años de trabajo, algunos han recibido ofertas mejores. De hecho, hay cuatro trabajadores que tomaron tablas en A Demanda, que han sido contratados por empresas que no entran en el catálogo de especiales. La selección se hace de modo pormenorizado. Luego viene un periodo de formación y, por último, el contrato. Cuando precisan de técnicos especializados, con un grado de formación superior al de los talleres, recurren al mercado laboral convencional. Y en igualdad de condiciones. "Buscamos a quien queremos y le hacemos una oferta mejor".Dirección Paraje de Las Lagunillas s/n. Jaén Empleos 32 Facturación 82 millones al año Producción Imprenta, restauración, carpintería artesanal y productos hortofrutícolas De los 32 trabajadores, 23 tienen una leve minusvalía, que en la mayoría de los casos es una leve esquizofrenia

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