El Gobierno francés no acepta que Coca-Cola compre Orangina

Dominique Strauss-Kahn, ministro de Economía y Finanzas, ha denegado su autorización a la venta de Orangina. La marca francesa, propiedad del grupo Pernod-Ricard, iba a ser adquirida por Coca-Cola por 5.000 millones de francos (125.000 millones de pesetas). Los americanos pasaban así a controlar el 77% del mercado no doméstico de bebidas carbónicas.Orangina es el refresco más popular de Francia, una naranjada que equivale al 10,3% de las ventas del sector. La oferta de la firma americana se comprometía además a mantener, durante dos años, los 685 empleos del grupo, el mismo nivel salarial y las actuales condiciones de trabajo, con semana laboral de 35 horas. "Es un acuerdo histórico y ejemplar", habían sentenciado los directivos de Pernod-Ricard. Los sindicatos también habían dado su visto bueno al acuerdo.

Oficialmente, el origen de la negativa ministerial viene propiciado por una queja de Pepsi-Cola, que denunciaba un atentado a la libre competencia. Hasta ahora Orangina distribuye los productos de Pepsi-Cola France, un 21% del total de litros, pero en un terreno que deja un margen de beneficio muy superior al de la venta a mayoristas proveedores de hipermercados.

La adquisición de Orangina por Coca-Cola equivalía pues a expulsar a Pepsi-Cola del mercado francés. "El Tribunal de la Competencia ha subrayado que existía un auténtico peligro de que Coca-Cola atacase la competencia en el sector, y ese peligro podía penalizar al consumidor", dijo el ministro.

La negativa de Strauss-Kahn no es definitiva. "La puerta sigue abierta", dijo un portavoz de Pernod, que subrayó que estudiarán las posiblidades de adquisición.