El juez reconstruye la muerte de un joven en la discoteca Yes & Yesterday

El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de L"Hospitalet realizó ayer una inspección ocular de la discoteca Yes & Yesterday para aclarar la muerte del joven Antonio Ferreira, ocurrida en agosto pasado a causa de la paliza que le propinaron dos vigilantes. Durante esa diligencia, el vigilante David Barrio, en prisión preventiva y presunto autor material de la paliza, explicó al juez que aquel día dejó a Ferreira apoyado en la pared de la puerta lateral de la discoteca e insistió en que no le golpeó. Anteriormente el juez había tomado declaración a la novia de la víctima, Lourdes Vargas, así como al responsable de seguridad del local, Abraham Pérez, y a dos vigilantes de la sala, que está clausurada. El fiscal y los abogados de la acusación particular acusan de asesinato a Barrio y al también vigilante Jordi Vilaboa, en libertad provisional. Por otra parte, en el Juzgado de Instrucción número 11 de L"Hospitalet se celebró también el juicio de faltas contra otros vigilantes de esa discoteca acusados de coaccionar a un cliente. La madrugada del 24 de abril Manuel Navarro observó la presencia de un menor en la sala, al que conocía porque estudiaba en el centro escolar en el que él trabajaba, y lo comunicó a los vigilantes y al encargado de la discoteca, quienes le respondieron que era "mejor que se callara y siguiera la fiesta". Después de pedir, sin obtenerlo, el libro de reclamaciones, los vigilantes le indicaron a Navarro que se marchara "o tendría problemas", pero les denunció.