Vaya mundo
Mucho... mucho no funciona.¿Qué mundo hemos creado? ¿Quién o quiénes mueven los hilos? ¿Qué monstruos comunicativos han cambiado nuestras apetencias de saber, de pensar y de sentir, y por qué? Lo cierto es que cuando tenemos la evidencia, y la constatamos, de que las cuestiones sentimentales entre Mónica Lewinsky y Bill Clinton van a ocupar más papel, más pantalla y más horas radiofónicas informativas y, por lo tanto, más reacciones prácticas, en el devenir de los hechos, que los miles de muertos de hambre en el Sudán y otras regiones del planeta, y que los cientos de muertos y miles de heridos en los atentados contra dos legaciones estadounidenses en África, queda claro que bastantes cosas no funcionan.
No quiero volver a la hipocresía de otrora ni al silencio de los esclavos. Pero me rebelo contra la abolición de la ética y la subversión de valores que nos han llevado a esta nueva esclavitud. Vaya: yo mismo preocupado porque prenda íntima de la señorita tiene manchas de semen del presidente. Me doy risa... y me doy pena. ¿Cuándo sacudiremos la cabeza para aclarar nuestro pensamiento y empezar a rehacerlo todo desde abajo?-
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