Unió cede y acepta que Duran puede no ser el "dos" en las listas de CiU

Jordi Pujol no ha cedido este fin de semana ni un milímetro ante las propuestas de Unió, cuyos representantes insistieron en la necesidad de que su líder, Josep Antoni Duran Lleida, ocupara por fin el segundo puesto en las listas de la coalición CiU por Barcelona. Duran emprendió ayer viaje a Cuba dejando tras sí una negociación que, tras dos semanas, no ha producido resultados concretos. En Unió se aceptaba ayer que Duran podría no ser el número dos y que, en ese caso, se limitaría a ser el tres.

Una delegación de Unió, encabezada por su presidente, Joan Rigol, y su secretario general, Ignasi Farreres, se reunió el domingo con Jordi Pujol con la esperanza de cerrar por fin la crisis. El portavoz de Unió, Eugeni Pérez-Moreno, dijo ayer ignorar la existencia de esa reunión, aunque sí admitió que Duran (que no acudió al encuentro) había conversado telefónicamente con el presidente de la Generalitat y admitió también que no se habían alcanzado resultados. Fuentes cercanas a Pujol indicaron que éste ni siquiera se refirió a la confección de las listas electorales. Tras este último contacto, la ejecutiva de Unió celebró ayer una reunión en la que fue informada "sobre el diálogo con Pujol, centrado en las listas electorales, la composición del futuro Gobierno y la elaboración del programa", en palabras del portavoz Pérez-Moreno. El mismo portavoz negó, sin embargo, inmediatamente después, que existiera negociación con Pujol: "Lo que está desarrollándose es un debate interno en Unió sobre cómo aportar el máximo a la coalición, y en ese debate hemos querido que participara el presidente". Pese a las confusas explicaciones y a la falta de avances, el portavoz democristiano afirmó que el asunto debería "quedar cerrado" el próximo fin de semana, en que se reúnen los consejos nacionales de Unió (el sábado) y Convergència (el domingo), como prólogo a una decisiva reunión del comité de enlace de la coalición (el lunes). Por si fuera poco, CiU cumple también el sábado, sin festejos, su vigésimo aniversario como coalición. Unió está convencida de que su reivindicación de una mejor plaza para Duran, que quería ver plasmada en el segundo puesto de las listas y, después, quizá en un cargo como portavoz adjunto en el Parlamento catalán, es de puro sentido común. Cuenta con una encuesta que demuestra que la mayoría de los catalanes está segura de que Duran ya fue el número dos en las últimas elecciones, aunque en realidad no lo ha sido nunca. Pero en CDC, que desde la caída de Miquel Roca tiene numerosos aspirantes al segundo puesto tras Pujol (Xavier Trias, Artur Mas y Pere Esteve son los más cualificados), se recela sistemáticamente de las jugadas de póquer de Duran.