Muchos 'länder', poco dinero

No perdamos de vista el modelo alemán, exhortaba hace unos años un lema electoral. Y era cierto que el país era un modelo para Europa. Restableciendo una tradición anterior al Tercer Reich, la estructura federal del Estado había realizado la descentralización del poder político. El complejo sistema electoral, que prevé el voto doble, era considerado generalmente más justo que el mayoritario a secas. Hoy, sin embargo, ese sistema parece farragoso e imperfecto. En el transcurso de los años, los Gobiernos federales han metido siempre la nariz en los asuntos de los länder y éstos han respondido con la misma moneda. A los presidentes regionales les da por obstaculizar en el Bundesrat las leyes que no les agradan o por pontificar sobre la política exterior, que no es de su competencia. Pero (. . .) no pueden construir ni un Ateneo sin el consenso ni el dinero de Bonn. Esto no estaba en los propósitos de los arquitectos de la Alemania democrática que hace cincuenta años se reunieron para redactar la Constitución. Según ésta, las regiones debían tener "dimensiones y capacidad para poder cumplir eficazmente las funciones de su propia competencia". Pero son demasiados los länder pobres y de extensión modesta y pocos los ricos. (...) ¿Existe alternativa? Para el Instituto para la Economía y la Sociedad de Bonn, se deberían unificar algunos länder y dejar siete en lugar de los 16 actuales. (...) La solución parece razonable, pero el sentimiento local (...) es una realidad con la que hay que contar.

Roma, 13 de septiembre