El PSOE sólo acepta la firma de un protocolo como muestra del compromiso del Gobierno con el AVE
"Una partida en los presupuestos no es suficiente garantía de la voluntad del Gobierno de sacar adelante el AVE a Málaga". El senador socialista Francisco Zamorano está convencido de que las promesas del Gobierno de incluir en los presupuestos de 1999 una partida para la línea de alta velocidad entre Córdoba y Málaga son "una mera maniobra electoral". El PSOE ha vuelto a exigir al Ministerio de Fomento la firma de un protocolo de intenciones y asegura que cualquier partida por debajo de 8.000 millones sería "irrisoria".
El próximo martes se debate en el Senado una iniciativa planteada por el senador malagueño para pedir que la línea de alta velocidad entre Córdoba y Málaga se incluya entre las prioridades del Gobierno central. Zamorano asegura que está "convencido" de que los senadores populares apoyarán la iniciativa. "Sería ridículo que ahora votasen en contra cuando sus compañeros del PP en el Parlamento andaluz votaron a favor cuando se planteó la cuestión en esta cámara", manifestó el senador del partido socialista. El PSOE ha decidido volver a presionar con el tema del tren de alta velocidad después de que la alcaldesa de Málaga, la popular Celia Villalobos, condicionase su concurrencia a las próximas elecciones municipales a la consecución de un compromiso por parte del Gobierno central de que el proyecto se llevará a cabo cuanto antes. "Sabemos que el PP va a incluir una partida simbólica en los presupuestos para salvarle la cara a Celia Villalobos", explicó el senador del PSOE, para, a renglón seguido, añadir: "Y desde ahora queremos decir que no nos vale; que consignar una partida no es signo de compromiso, que un signo de compromiso es la firma del protocolo que les venimos pidiendo desde hace tanto tiempo". En cualquier caso, de consignarse una partida, los socialistas consideran que ésta no podría ser inferior a los 8.000 millones de pesetas que vale el proyecto. "Lo idóneo sería consignar 30.000 millones, que es la cantidad que permitiría comenzar los trabajos, pero qué menos que aportar, de momento, aunque sea el valor del proyecto", dijo el senador. Con todo, el dirigente del PSOE no se mostró optimista al respecto, debido a la actitud que, a su juicio, mantienen los populares en este asunto. "Si no tienen claro ni lo que van a hacer, cuánto menos van a tener claro el dinero que les va a costar", ironizó el senador del partido socialista.
Una estación polémica
El candidato socialista a la alcaldía de Málaga, Francisco Oliva, descubrió ayer la posición de su grupo en la polémica que rodea a la reforma de la estación de tren malagueña, un proyecto que la alcaldesa, Celia Villalobos, del PP, trata de sacar adelante a toda costa, pero que no convence a la oposición. Si en días pasados IU condicionaba su apoyo a que se incluyese en el proyecto el soterramiento de las vías, Oliva indicó ayer que los recelos de su grupo se dirigían más hacia la operación urbanística que lleva aparejada el proyecto. "Si el PP nos pide apoyo para arreglar la estación de Renfe, se lo damos ahora mismo. Pero la ambiciosa operación urbanística que pretende llevar a cabo el equipo de gobierno so pretexto de reformar la estación nos la tienen que contar más despacio, porque no es de recibo que se mezcle una inversión inmobiliaria con una obra pública", explicó el candidato socialista a la alcaldía.
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