Teorema de Oropesa

Las vacaciones han terminado y el presidente Aznar ha regresado a su residencia oficial. Se ha traído bajo el brazo su última oferta programática: el teorema de Oropesa. Viene a decir tal descubrimiento geométrico-político que el centro reformista es el punto equidistante entre la izquierda y la nada, ya que el presidente todavía se resiste a definir el extremo que ocupa su formación como derecha. Ese espacio virtual, pretendido febrilmente por el Partido Popular, supone el reconocimiento implícito por parte de sus dirigentes de que son el lobo y que necesitan cubrirse con la piel del cordero. El cambio de look comenzó con la sustitución del portentoso Rodríguez por el aséptico Piqué, auténtico artífice del hasta ahora único centro puesto en marcha por este Gobierno: el centro comercial. Abrieron el mercado y anunciaron los saldos: telefónicas a cuatro mil, repsoles a cinco mil, endesas a tres mil..., y así hasta agotar las existencias. Ésta es la gran hazaña realizada por quien se pretende presentar como prototipo de moderación y centrismo.Si a esa encomiástica labor de traspasar a unos pocos lo que fue de todos le sumamos la llevada a cabo por el moderado y centrado Rato, dirigida a recortar los impuestos de esos pocos en más de un 30%, le va a resultar difícil a la gran mayoría de ciudadanos que no se sienten destinatarios de tan "centradas" medidas digerir el mensaje que se les pretende transmitir.