Garro insinúa que los locales formaron parte de una gran operación de dinero negro

El ex director general de Banesto Fernando Garro negó ayer tener relación con la operación de compra de locales comerciales en 1989 y 1990 -presunta estafa de 1.700 millones de pesetas-, admitió haber realizado un pago menor, 30 millones de pesetas, en dinero B y sugirió que pudo haber en el banco, como en otras entidades financieras durante aquellos años, una gran operación de generación de dinero B. Garro dijo que en ningún momento se le dio cuenta del informe realizado por la subdirección general de auditoría interna de Banesto, datado en enero de 1992, según el cual pudo haber irregularidades fiscales en las operaciones de locales comerciales. Banesto emitió cheques por valor de 2.996 millones de pesetas, de los cuales 1.268 millones se entregaron a los vendedores de los solares, desapareciendo 1.727 millones.Juan Belloso, ex consejero delegado, declaró en su día que el responsable de auditoría interna, Rafael Merino, le envió el informe en 1990 y que, a continuación le informó a Mario Conde, a quien le entregó el documento. "Lo ví dos veces sobre su mesa" declaró Belloso al referir su encuentro con Conde. Éste, por su parte, declaró que, en efecto, Belloso le informó del asunto y que él mismo habló con Garro. Ayer, Garro negó que Conde le dijese algo sobre el asunto.

Garro, según explicó, se limitó a poner el visto bueno, el visado, en las compras una vez que éstas ya estaban materializadas, a finales de 1989, ya que todas las operaciones superiores a 20 millones de pesetas requerían dicha autorización. Según explicó, las personas que realizaron la operación fueron un director general con gran antigüedad en la institución y otra persona que el mismo contrató. Se trata de Pedro Insauriaga y Enrique Garde. El primero de ellos, que también fue interventor en Banesto, falleció, el 3 de marzo de 1995.

Garro hizo varias referencias a la generación de dinero B y que según deducía de lo que había leído en el sumario es posible que las operaciones de compras de locales de que se le acusa sean parte de dicho esquema.

Garro negó las vesiones del testaferro Tomás Allende y del banquero Cándido Fernández Tendero que le vinculan a la operación locales.

Asimismo Garro negó haberse beneficiado con 178 millones en la operación del Centro Comercial Concha Espina.