"Cuando sales de Madrid echas de menos su oferta cultural"
El concejal de Juventud de Leganés (175.000 habitantes), Goyo Aranda, va a cambiar su trabajo rutinario en un despacho durante los próximos 15 días. Este edil de IU ha decidido renunciar a sus vacaciones de verano para marcharse como observador internacional en las elecciones generales que se van a celebrar en la ex Yugoslavia durante los días 12 y 13 de este mes. Ésta es la tercera vez que acude al país balcánico como representante español en unos comicios. Goyo Aranda (Madrid, 1970) es licenciado en geografía e historia, vive en Leganés desde los seis años y se metió en política hace ocho. Soltero, es concejal desde el 14 de febrero. Confiesa que su verdadera vocación es la cooperación internacional. No en vano ha realizado numerosos cursos y ha participado en campamentos en Perú, Paraguay y Bolivia. Hace poco ha sido elegido miembro del programa de voluntarios de la ONU. También ha trabajado en el Comité Ciudadano Antisida y con el colectivo Ciempiés.Pregunta. ¿Cuál va a ser su labor en Bosnia?
Respuesta. Voy de supervisor a las elecciones generales que va a haber el 12 y el 13 de septiembre. Nuestra labor consiste en que todo el proceso y la votación se produzcan sin ningún tipo de incidente, además de apoyar a los dirigentes locales que constituyen la mesa electoral. En definitiva, se trata de que todo sea lo más limpio posible.
P. ¿Qué representa para un madrileño el marcharse tan lejos?
R. En mi caso, como he estado antes, representa algo más personal. Significa saber cómo cambia un país desde una situación de guerra a otra de paz y de normalización política. No eres protagonista directo, pero sí observador en el lugar. Ves cómo se produce el cambio y cómo piensa la gente, que es lo que más valoro de la población civil.
P. ¿Merece la pena renunciar a las vacaciones?
R. La verdad es que sí. Creo que desenganchas un poco de tu vida normal.
P. ¿Cuando se está allí se echa de menos Madrid?
R. Cuando he estado allí las dos veces había muchos madrileños. En las comidas y en algún descanso podías hablar de la ciudad. Sí lo echas de menos, pero la población de allí también es muy alegre y muy atractiva. Lo bonito de todo esto es integrarse en su cultura y en sus costumbres. Resulta un poco complicado por el idioma. Anhelas ver Madrid, pero sólo a veces.
P. ¿Qué es lo que más anhelabas de la región?
R. Sobre todo, los amigos, lo que es la calle, los conciertos y una mayor libertad de movimientos. No es lo mismo pasear por unas avenidas en las que te puedes encontrar con vehículos de la OTAN que pasear por Madrid. También el idioma y las ofertas de cine y teatro, que allí están más restringidas. Pero, en definitiva, es muy interesante, sobre todo porque al ser periodos tan cortos no te da mucho tiempo a pasarlo mal.
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