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La ONCE abre 40 plazas para discapacitados en el Vicente Calderón

La Fundación ONCE ha costeado, con 11 millones de pesetas, las obras de adaptación de 40 plazas para minusválidos en silla de ruedas y otras 40 para sus acompañantes en el estadio Vicente Calderón, del Atlético de Madrid, frente al banquillo de los jugadores. Los trabajos comprenden también la reforma de cuatro baños para hacerlos accesibles a personas de movilidad reducida. Miguel Pereira, responsable de programas de accesibilidad de la Fundación ONCE, explica que estos trabajos se han realizado a partir de un convenio firmado entre esta entidad y el Atlético y que las plazas adaptadas estarán disponibles a mediados de septiembre.El club, a cambio de la obra, se ha comprometido a reformar la puerta 0 y a adaptar dos aseos en la zona VIP e instalar gradas para sillas de ruedas en el palco presidencial. También facilitará entradas gratis para minusválidos en cada partido. Portavoces de la Fundación ONCE aseguran que no es el primer caso en el que se subvenciona a una entidad privada y sin ánimo de lucro para que haga accesibles sus instalaciones. "La Fundación tiene un fondo económico para ese fin", explican.

No es el único convenio firmado por la Fundación para adaptar edificios de gran aforo público y hacerlos accesibles. También ha suscrito este verano un acuerdo con la Comunidad de Madrid para hacer un inventario de las obras que habría que hacer en edificios del Gobierno regional (consejerías, geriátricos). En 1997, la Comunidad destinó 1.746 millones para eliminar barreras, según la viceconsejera Carmen Álvarez Arenas. En 1998 esa cifra ascendió a 2.036 millones.

300 millones en bordillos

El Ayuntamiento, por su parte, ha destinado 300 millones de pesetas en los últimos seis años para rebajar 1.500 bordillos de las calles. Además se han hecho accesibles otros 1.000 bordillos en programas urbanísticos concretos, como las rehabilitaciones de Malasaña o de Mayor.Juan José Olaya, de FAMMA, considera que, desde la aprobación de la ley en 1993, "al menos se tienen en cuenta las cuestiones de accesibilidad". "Desde entonces, el 80% de las obras de las instituciones tienen en cuenta la normativa, aunque no siempre la cumplan bien, como ocurre en el caso de los bordillos", afirma. "Otra cuestión diferente son las entidades privadas, donde el grado de cumplimiento de la ley se sitúa en un 20%", añade. Y cita ejemplos. "Hay unos cines en Francisco Silvela, recientemente remodelados, que tienen todas las salas situadas en una planta alta y carecen de ascensor; son casos que se repiten", concluye Olaya.

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