La banda que secuestró y torturó a tres "narcos" tiene un amplio historial delictivo

Ahora que Iván y David están en la trena, sus víctimas empiezan a recuperar la memoria. La policía acaba de descubrir que los jefes de la banda mafiosa que secuestró y torturó a tres miembros de una red de traficantes de droga tenían un currículo repleto de palizas, robos y sangre. Los agentes se acercaron ayer por tres poblados marginales de Madrid -La Rosilla, el Pozo del Huevo y un tercero situado a las afueras de Rivas Vaciamadrid- y enseñaron las fotografías de Iván Llorente Liébana y de su lugarteniente, David Berrón Velasco, ambos de 28 años.Querían saber si eran los mismos que hace unos meses entraron de madrugada en su poblado y, apelando a la autoridad de sus placas robadas de policía y de dos pistolas de nueve milímetros parabellum, sembraron el terror y robaron todo el dinero y la droga que encontraron. Nadie denunció entonces -ningún traficante llama a la policía para quejarse de que le han birlado tantos gramos de cocaína o heroína-, pero ayer les pareció recordar los rostros de Iván y David.

La policía también acaba de atar los cabos de otra detención ilegal, con paliza incluida, cometida el pasado 21 de julio. Francisco José R.G., vecino de Alcorcón (Madrid), reconoció por las fotos a los cabecillas de la banda que aquel día lo brearon a palos por un asunto más o menos turbio.

Pero no para ahí la cosa. También sospecha la policía que los detenidos en la madrugada del martes tras cobrar un rescate de 30 millones de pesetas se trasladaron en una ocasión a Portugal para hacer uno de sus trabajitos. La Guardia Civil de Tráfico los interceptó el pasado 9 de febrero a la altura del kilómetro 240 de la Nacional V (Madrid-Badajoz). Los guardias encontraron en el automóvil diversos objetos que no se llevan normalmente de excursión: dos pistolas, un revólver, navajas, un machete, grilletes, mordazas de plástico, un rollo ancho de esparadrapo, gasas, dólares y placas robadas de la Policía Municipal de Madrid. Por más que investigaron, no pudieron relacionar a los detenidos con ningún secuestro cometido en Portugal porque nada parecido se había denunciado.

Por todo esto y por lo que la policía vaya esclareciendo -la investigación sigue abierta y se espera poder relacionar a la banda con más hechos delictivos-, el juez de Alcorcón los mandó ayer a todos a prisión.