Joan Clos impulsa un gran palacio de congresos para el año 2004
El alcalde de Barcelona, Joan Clos, afronta con grandes dosis de optimismo el nuevo curso político, que se inicia coincidiendo con su primer año de mandato municipal. Clos destacó ayer el "excelente" momento turístico y económico por el que atraviesa la ciudad. El alcalde quiere aprovechar "esta buena racha" para consolidar Barcelona como destino turístico de primer orden y como una capital mundial de megacongresos. Con este fin, Clos impulsa un gran palacio de congresos para el 2004.
El verano se ha saldado en Barcelona con un 80% de ocupación hotelera, un aumento de afluencia a los museos -el Picasso ha batido un nuevo récord con un incremento del 15% de visitantes- y con unos niveles de asistencia a los teatros, cines y el festival Grec muy por encima de los del año pasado. Además, revistas extranjeras han situado a la capital catalana entre las principales ciudades del mundo, junto a París y Nueva York. Con estas cifras en la mano, Clos dijo ayer que la ciudad está pasando por un momento dulce y, omitiendo que el actual mandato puede finalizar el próximo año, expuso sus ambiciosos proyectos para que Barcelona "siga en la primerísima liga de las ciudades europeas y del mundo". Uno de los objetivos del alcalde es convertir la ciudad en capital de congresos de 10.000 participantes. Clos reveló ayer que el Ayuntamiento ha planteado a la Cámara de Comercio la necesidad de construir un equipamiento para grandes seminarios en la desembocadura del río Besòs, junto al recinto del Foro de las Culturas 2004. El equipamiento, para el que se busca el respaldo de la iniciativa privada, se inauguraría con motivo del Foro y se sumaría al palacio de congresos que está en construcción junto al hotel Juan Carlos. Otro objetivo de Clos consiste en incrementar las 7,5 millones de pernoctaciones anuales que se registran en la ciudad hasta alcanzar los 12 millones en el 2004. En opinión del alcalde, ello no requeriría la elaboración de un plan de hoteles similar al que se desarrolló en 1992 con motivo de los Juegos Olímpicos. "Bastaría con tres o cuatro grandes hoteles, que podrían ubicarse en el frente marítimo del Poblenou y la Diagonal", subrayó el alcalde. Clos dijo que este proyecto permitiría crear 35.000 nuevos puestos de trabajo. En su objetivo de consolidar el turismo en Barcelona, Clos considera clave el proyecto de apertura de la Diagonal al Mar, que significa una apuesta "por la calidad, el diseño y la innovación", así como la ampliación del aeropuerto y la puesta en marcha del tren de alta velocidad.
