Sacrificio

El sacrificio de que va a ser objeto el Museo del Ejército es algo muy grave e inaceptable. Todo surgió cuando irreflexivamente el Gobierno de Felipe González ofreció el Salón de Reinos, sede del museo, para albergar la ampliación del Museo del Prado, y continuó cuando el Gobierno de Aznar persistió en el error. El motivo esgrimido oficialmente es que el Prado no tiene espacio para exhibir todos sus fondos, pero este seudoargumento no puede ocultar que:1. Se va a desalojar el Museo del Ejército de su sede histórica, el Salón de Reinos (lleva 195 años allí), para favorecer a otro museo. Desvestir a un santo para vestir a otro.

2. Es una decisión arbitraria e impopular, pues ni los responsables del museo ni la mayoría de los ciudadanos están de acuerdo y, además, se ha tomado sin consultar a otras fuerzas políticas.

3. Existen otras alternativas para albergar la ampliación del Prado, como, por ejemplo, el Ministerio de Agricultura, la Bolsa de Comercio y la delegación de Hacienda de la calle de Montalbán, los tres bellos edificios, obsoletos para sus actuales funciones, de propiedad pública y próximos al Prado.

4. El Museo del Ejército debe estar en la capital de la nación, Madrid, al igual que en el resto de países.

5. Las obras necesarias para adaptar el Museo del Ejército a su nueva función de simple sección del Prado destruirían rincones bellísimos y pondrían en peligro las bellas pinturas de Velázquez, de contenido militar.

6. El traslado pondría en peligro los fondos y, posiblemente, no se terminaran exhibiendo todos.

7. No es admisible crear un Museo de la Historia con los despojos del Museo del Ejército, como quiere la Comunidad de Madrid, ya existe tal Museo.

8. Las obras del Museo del Prado que se quieren exhibir posiblemente no sean todo lo valiosas que se quiere hacer ver. Espero que todos los que queremos que el Museo del Ejército se quede en Madrid (le aseguro que somos miles) podamos ver nuestro deseo hecho realidad.-