_
_
_
_

Cinco fallecidos al chocar un camión y un autobús urbano en Tarragona

Cinco personas muertas y diez heridas, ocho de ellas graves, es el balance del accidente que se produjo ayer al mediodía en la carretera N-340, cerca de Tarragona, al chocar frontalmente por causas desconocidas un camión y un autobús de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) que cubría el trayecto entre el casco urbano y las playas de la ciudad. El trágico siniestro se produjo a la altura del monumento romano de la torre de los Escipiones.

A causa de la brutal colisión murieron el conductor del camión, Ramón Saura Vallespí, de 48 años y vecino de Corbins (Lleida); el chófer del autobús, Marcelino Herrería, de 61 años, vecino de Tarragona; y los pasajeros Felipe Ramos González, de 74 años, vecino de Madrid; Francisco Bondia Martorell, de 81 años y vecino de Tarragona, y Teresa Falagán Sutil, de 63 años y vecina de La Robla (León), cuya nieta, Virginia Labrador, de 12 años, resultó herida leve.El resto de los heridos, todos ellos pasajeros de autobús de la línea 9 que cubre el recorrido entre el centro urbano y las playas y urbanizaciones que se extienden hasta la Punta de la Mora, fueron trasladados a los hospitales tarraconenses de Joan XXIII y Sant Pau i Santa Tecla. Las direcciones de los dos centros informaron que no corría peligro la vida de ninguno de los heridos. Los pasajeros del autobús eran en su mayoría turistas que pasaban sus vacaciones en las urbanizaciones de la zona y vecinos de Tarragona que apuraban sus últimos días de playa. En el hospital Joan XXIII permanecen ingresados cuatro de ellos: el ciudadano alemán Hans Tripen, de 53 años, y Sergi Roure, de 18 años, los dos con pronóstico grave, y con pronóstico menos grave Adelaida Desco, de 54 años y la niña Virginia Labrador. En el hospital de Sant Pau i Santa Tecla fueron ingresadas seis pasajeras, de las cuales sólo tres permanecían ingresadas ayer. Se trata de Isabel Martínez, de 60 años, María Teresa Montserrat, de 51 años, y Rosa María Sumo. Sólo el estado de Isabel Martínez es grave.

Hipótesis probable

Aunque la Guardia Civil no había concluido a última hora de ayer el atestado sobre el accidente, una de las hipótesis más probables es que se produjera debido a una distracción o un exceso de velocidad por parte del conductor del camión. El vehículo, perteneciente a la empresa Trans-Pallarés, se dedicaba al transporte de pienso y el momento de la colisión no llevaba carga. El autobús de la EMT era un modelo nuevo que entró en servicio hace dos años dentro del plan de renovación de la flota de autobuses urbanos puesto en marcha por el Ayuntamiento.Para rescatar a las víctimas del amasijo de hierros en que quedaron convertidas las partes delanteras de los dos vehículos acudieron al lugar del siniestro once dotaciones de bomberos, un helicóptero y un gran número de efectivos de la Guardia Civil que, pese a desviar el tráfico por carreteras comarcales y por la autopista A-7, no pudieron evitar las colas kilométricas que se producen en este estrecho tramo de carretera cuando hay un accidente. La N-340 permaneció cortada por espacio de más de cinco horas.

El accidente conmocionó a la ciudad de Tarragona, cuyo alcalde, el convergente Joan Miquel Nadal, suspendió la inauguración de la nueva plaza de la Farinera, prevista para ayer por la tarde. Nadal, ardiente defensor de la construcción de la variante de Tarragona, no quiso profundizar en la reivindicación de la citada obra, aunque recordó que el de ayer es el tercer accidente grave que se produce en este tramo durante este verano.

Por otra parte, dos niños de tres y cinco años, ambos con las iniciales I. H. A., murieron tras incendiarse el lunes en Sant Boi, localidad próxima a Barcelona, el coche en el que esperaban a su padre, que se encontraba comprando en un almacén de artículos de segunda mano. La Policía Local ha abierto una investigación por orden del juez para determinar las causas del incendio del coche, que ayer aún no habían sido aclaradas.

Según las primeras investigaciones, el fuego se inició en el salpicadero del vehículo. Los primeros pasos de las pesquisas se dirigen en dos direcciones: que el fatal incendio se originara por algún problema en el sistema eléctrico del vehículo o que los dos niños estuvieran jugando con el encendedor del salpicadero o con algún otro mechero que hubiesen encontrado en el interior del coche.

El incendio se produjo hacia las dos de la tarde del pasado lunes. En aquel momento, los niños se encontraban dentro de una furgoneta marca Citroën, modelo C-15, de color blanco. El vehículo estaba estacionado y con el motor apagado frente al número 58 de la avenida de Marina, en el polígono industrial Salines de Sant Boi, junto a la autopista A-16. El padre había acudido a comprar al almacén de la firma Troc dedicada a la compraventa de todo tipo de artículos usados.

Dos vehículos de bomberos Cornellà acudieron inmediatamente a sofocar el fuego alertados por los empleados del propio almacén. Éstos fueron los que advirtieron el humo que salía del coche y llamaron la atención del padre de los niños.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_