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El agroturismo del Bages pierde el 75% de las reservas por el incendio

El sector agroturístico de la comarca del Bages ha perdido el 75% de las reservas que tenía para este verano; y en la comarca del Solsonès las anulaciones son del 37,5%, según fuentes de la Federación de Agroturismo de las Comarcas de Interior. Es la otra cara del esplendor turístico que vive Cataluña, con ocupaciones durante el mes de agosto que rondan el 100% tanto en el litoral como en el interior.

La pérdida en el sector agroturístico es la consecuencia directa del incendio que el pasado 18 de julio arrasó 27.000 hectáreas de bosques y campos de las comarcas centrales de Cataluña. El incendio afectó directamente el entorno de cuatro casas de agroturismo de la comarca del Bages y cinco de la comarca del Solsonès. En ninguna de ellas se han visto afectadas las masías donde se albergaban los turistas, pero en todas se ha perdido uno de los principales atractivos: el paisaje. El incendio no sólo ha sacudido a los directamente afectados por el fuego, sino que en el resto de la comarca del Bages el sector agroturístico ha perdido el 17,5% de las reservas previstas para este verano; en el Solsonès la incidencia en la zona no quemada se sitúa en torno al 2,5%. Ambas comarcas tenían una previsión de ocupación durante el mes de agosto del 100%. El agroturismo ha sido complemento y alternativa económica para muchas familias que tenían dificultades para garantizar la continuidad de las explotaciones agrícolas y ganaderas, pero el incendio puede frenar la evolución de un negocio que había mantenido una línea ascendente en los últimos años. El incendio asoló especialmente la zona de Castelltallat, un paraje natural protegido, donde diversos payeses habían decidido coordinarse para ofrecer una mayor variedad de oferta. Cenizas e imaginación En la Serra de Castelltallat, marca que identifica el producto, desarrolla su actividad una empresa de excursiones en carro: Paisatge i Aventura. Poco después de ponerse en marcha el proyecto, este grupo de familias vio cómo en el incendio de 1994 perdía una buena parte de los bosques por los que discurrían las excursiones en el término municipal de Sant Mateu de Bages. Entonces, inventaron las excursiones concienciadoras en las que el turista efectuaba su trayecto entre la zona de cenizas y la zona verde que aún se mantenía indemne. Ahora, tras el incendio de julio de 1998, deberán recurrir nuevamente a la imaginación para ofrecer nuevos alicientes, ya que las llamas devoraron prácticamente la totalidad de la zona que se ofrecía en las excursiones. A pesar de las dificultades, en principio continuarán con la actividad. Pasados los días de más trabajo tras el incendio, la mayoría de casas se han reabierto de nuevo al público. En algunos casos, las cancelaciones se han suplido con clientes asiduos que "han venido por solidaridad", como reconoce uno de los propietarios afectados. En otros, los turistas extranjeros han mantenido las reservas y los del país las han anulado. El turista se sorprende al ver el paisaje quemado, aunque las últimas lluvias han contribuido a iniciar una limpieza del mar de cenizas que quedó tras el paso de las llamas. Para los payeses del sector agroturístico, el invierno ha empezado en agosto y ya piensan en cómo afrontar la próxima temporada y las venideras. De momento, han recibido muchas muestras de solidaridad y algunas que pueden suponer un respiro económico, como el concierto que ofrecieron el pasado viernes la actriz Lloll Bertran y el cantante Celdoni Fonoll en Cal Prat Barrina (Sant Mateu de Bages).

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