El retorno comienza sin graves problemas de circulación

Pocos problemas de tráfico en la primera jornada de la operación retorno en Cataluña. Las características de los últimos días de vacaciones, encajonados en un fin de semana, están permitiendo un retorno escalonado a la gran conurbación de Barcelona. El tiempo inestable y el temor de los conductores a encontrarse con graves problemas de atascos a la vuelta han hecho disminuir de una manera considerable el número de vehículos habituales en un fin de semana de verano cualquiera. El retorno empezó el sábado y acabará a medianoche de hoy Ayer sólo se registraron algunos embotellamientos, pero menores y muy localizados. Tal vez el más incómodo se produjo en la N-240 a su paso por la población de Montblanc (Conca de Barberà). Sin embargo, ese atasco no se debió estrictamente a un incremento del tráfico rodado, sino al paso de una manifestación de vecinos. Lentitud la hubo también en la C-246, a la altura de Castelldefels -un clásico en los problemas de circulación veraniegos-; en la N-II norte, a la altura de Arenys de Mar y en la misma carretera a la altura de Cervera. La N-340 también presentó problemas, a la altura de Santa Margarida i els Monjos, en dirección a Barcelona. Fuentes de la Jefatura Provincial de Tráfico, que mantendrá su especial dispositivo de control hasta mañana, informan de que no son de prever problemas de gran intensidad, aunque los técnicos recordaron que se trata del retorno más numeroso del año y cualquier incidente puede alterar las previsiones. Cuatro muertos El inicio del retorno a casa, sin embargo, no estuvo exento de tragedia. Un total de cuatro personas muertas y una herida de gravedad es el saldo amargo que ha dejado hasta ahora la carretera. El primer accidente mortal se produjo el viernes por la noche en la autopista A-7, en el término municipal de Cervià de Ter (Gironès), cuando un vehículo conducido por el ciudadano belga Palisen V. B. se salió de la carretera. El resultado fue la muerte del conductor. El choque entre dos automóviles originó una víctima mortal en la madrugada del sábado. El accidente se produjo en la carretera comarcal que une las poblaciones de L"Arboç y Llorenç del Penedès, a su paso por la localidad de Banyeres del Penedès (Baix Penedès). El tercer muerto se produjo en Reus: en la carretera de la Misericordia. El último accidente mortal se produjo en Sant Pol (Maresme), a la altura del kilómetro 644 de la carretera N-II. La víctima fue un motociclista. El accidente ocurrió sobre las 14.00 horas de ayer cuando chocaron frontalmente un Toyota Paseo y una motocicleta Kawasaki en la que viajaban dos personas. A raíz del choque falleció el conductor de la motocicleta, mientras que su acompañante resultó herida grave y fue trasladada a un centro hospitalario de la Cruz Roja. En el accidente se vio implicado, sin heridos, un Renault 9.