Garaikoetxea dice que el fin de ETA favorecería al nacionalismo

El presidente de Eusko Alkartasuna, Carlos Garaikoetxea, declaró ayer en Zarautz que el cese de la actividad terrorista de ETA daría paso a una nueva correlación de fuerzas políticas que favorecería claramente al nacionalismo vasco. A su juicio, la violencia ha permitido a los adversarios políticos del nacionalismo vivir hasta ahora "en la ficción de una relación de fuerzas creada por la opción violencia si-violencia no". Garaikoetxea hizo estas declaraciones durante la conferencia de apertura del curso político que tradicionalmente ofrece en la localidad guipuzcoana de Zarautz. El líder de EA señaló que esta dualidad condujo a los partidos de forma "inexorable" a la constitución de la Mesa de Ajuria Enea, pero, posteriormente, las "contradicciones políticas" entre sus componentes convirtieron este foro en un "cadáver". "Su misión tenía que haber sido resolver el problema, no sólo constatarlo y, en demasiadas ocasiones, explotarlo de forma pública", dijo. Garaikoetxea acusó a PP y PSOE de utilizar la actividad terrorista de ETA y grupos afines para lanzar una "cruzada" en contra del nacionalismo vasco, tratando de adjudicarle la responsabilidad de la situación de violencia. En su opinión, el discurso de los partidos no nacionalistas "únicamente rivaliza en sus recetas contra la violencia y el nacionalismo". "Nadie sabe -continuó- qué proponen el PP o el PSOE para acabar con el paro, para resolver el problema de la vivienda, de la sanidad o de la educación: sólo sus crecientes embestidas contra el euskera y su presencia en la educación o la Administración destacan como noticias, sea para atacar a sus intermediarios o al consejero de Educación con falsedades y manipulaciones". En su opinión, este "cuadro político" debe mover por fuerza a sectores mayoritarios del MLNV a cambiar su estrategia de "lucha armada" y pasar a la acción política. Garaikoetxea subrayó que "objetivamente todos los elementos empujan a una resolución del conflicto", y por ello reafirmó su ya conocida decisión de impulsar un proceso de paz que, por añadidura, cambie todo el escenario político actual en beneficio de la construcción nacional del pueblo vasco, a través de la unidad de acción, "firme pero pacífica, de las fuerzas nacionales vascas".