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Telefónica niega el servicio básico a cuarenta vecinos del valle de Bustarviejo desde hace seis años

En el valle de Bustarviejo (1.349 habitantes), a 55 kilómetros de Madrid, no creen al consejero de Presidencia, Jesús Pedroche, quien aseguró el pasado día 13 que en la región cualquiera podía acceder a un teléfono fijo si lo deseaba. Pero 40 vecinos de la localidad llevan seis años solicitándolo sin ningún éxito. Algunos acumulan contratos firmados para la instalación sin que Telefónica cumpla su compromiso. Otros solicitan el teléfono tres veces al mes y les responden con negativas."Aquí hacen falta las líneas. Los inviernos en este valle son muy duros y abunda la gente mayor que enferma fácilmente", se queja Cristina Alonso, una vecina del valle. "Este año le tocó a Eduardo, un jubilado de 71 años que tuvo que salir e ir a pie, con un metro de nieve, hasta el único teléfono de la zona para llamar al médico", añade. Eduardo también se lamenta: "El verano pasado hubo un incendio forestal bastante grave. Pero, como no tenemos teléfono, el alcalde tuvo que venir personalmente a sacarnos de aquí", dice.

"No nos dan alternativas. Los teléfonos móviles son muy caros y no siempre funcionan", afirma Ghasem Saravani, un iraní que vive en el valle desde hace años. Telefónica reconoció el pasado lunes que en Bustarviejo hay 13 peticiones de teléfono anuladas. Según un portavoz de la compañía, la operadora no instala allí teléfonos fijos tradicionales, mediante cable, porque el Ayuntamiento de Bustarviejo no les permite erigir postes a causa de la legislación sobre protección del medio ambiente. "Los postes son el sistema que hemos decidido utilizar para llevar el teléfono a esos usuarios al precio de la instalación urbana [21.000 pesetas]", afirmó.

Telefónica "no se plantea" instalar a estos solicitantes la modalidad de telefonía conocida como TRAC (telefonía rural de acceso celular), que transforma una señal de radio en otra convencional.

La paradoja de esta negativa estriba en que una usuaria, vecina de los peticionarios, lo disfruta desde 1995. Cuando los demás habitantes de la zona solicitan el TRAC se les dice que "no hay cobertura", a pesar de que todas las casas están a pocos metros.

Igual precio que en ciudad

El consejero de Presidencia afirmó hace dos semanas que la mayoría de los teléfonos instalados en el medio rural utilizan el TRAC. La instalación de este tipo de teléfono costaba más de 200.000 pesetas, pero el convenio de la Comunidad con Telefónica eliminó esta tarifa de extrarradio. Ahora su coste es igual al de un teléfono fijo: 21.000 pesetas.Las declaraciones de Pedroche se produjeron durante la presentación de los resultados de ese acuerdo con Telefónica para universalizar el servicio básico de telefonía en las zonas rurales, a lo que está obligada la compañía por la Ley General de Telecomunicaciones, del 6 de abril de este año. Pedroche explicó que el convenio concluyó tras dos años con la instalación de 3.700 líneas, 800 menos de las previstas. La viceconsejera de Presidencia, Carmen Álvarez-Arenas, manifestó el pasado lunes que en su departamento desconocían el problema. "Intentaremos solucionarlo, hablaremos con el Ayuntamiento de Bustarviejo", señaló, "y en la primera semana de septiembre plantearemos el asunto a Telefónica en la comisión de seguimiento del convenio. Aunque técnicamente acabó la vigencia del acuerdo, más de 800 líneas quedaron libres y se deben aprovechar", concluyó Álvarez-Arenas."No somos rentables para Telefónica, y por eso no invierte aquí", se lamenta Ghasem. "Parece mentira que a estas alturas del siglo XX nos falte un servicio tan fundamental como el teléfono", concluye.

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