_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

UN INSTANTE DE FELICIDAD Cada cosa en su lugar

Da lo mismo que sea a primera hora y aún en la cama, o en la autopista, con el paisaje sonando a toda velocidad -anotación imprevista del pentagrama moderno. La música producirá iguales efectos aunque las circunstancias sean diferentes. Cada nota tiene su tarea que cumplir: desde los primeros compases, Felicidad observa con experiencia, mas con renovado asombro, cómo empiezan los desplazamientos internos. El dolor, la ambición, la debilidad, el miedo, la ternura, el deseo, todas y cada una de las muescas del corazón humano van ocupando su lugar. El viaje procura a veces algunos desgarros: deslindar, por ejemplo, la ternura del miedo no es siempre sencillo, aunque convenga hacerlo. Ninguno de los cuatro movimientos de la sonata devuelve estrictamente la salud. Nada hostil ni enfermo desaparece por dentro. Está lo que estaba y con ello habrá que seguir. Pero esta música ordena el mundo hecho pedazos, asigna espacios, restablece la claridad. Su ingeniería sentimental construye puentes humildes por donde pasan los días, a salvo del caos.

Sonata No. 2 en D mayor, BWV 1028, de Bach. Leonard Rose, violonchelo. Glenn Gould, piano. Sony Classical.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_