La familia de la ciclista arrollada dice que el conductor huyó al verla muerta

S. M. S., el conductor de 39 años que atropelló el sábado a María Teresa Langa Carazó, una ciclista de 32 años, en la carretera de Paracuellos del Jarama, paró a ver a la víctima. Al comprobar que estaba muerta, huyó. Ésa es al menos la versión que facilitó ayer la familia de la víctima, antes de que la fallecida fuera incinerada en el cementerio de la Almudena.El hermano de la ciclista, José Félix Langa, explicó que él salió con su bicicleta una media hora después que María Teresa. Cuando llegó al lugar del accidente estuvo hablando con dos chicos de 15 años que vieron el suceso.Éstos le comentaron que el conductor del Seat 131 azul que la atropelló se bajó y le dio la vuelta al cuerpo. En ese instante, se manchó de sangre el brazo. Al ver que estaba muerta, se marchó. "Mi hermana tenía mucha experiencia. Yo creo que iba por su carril y este desalmado [el supuesto culpable] la arrolló. Los chicos me dijeron que apestaba a alcohol", explicó José Félix. La mancha de sangre en el brazo fue la que permitió que cuatro ciclistas identificaran al supuesto autor del atropello frente al hotel Barajas, a tres kilómetros del lugar del accidente.