Grave cogida de El Cordobés
Quien da lo que tiene no está obligado a más, y El Cordobés lo dio todo. Hasta ahora, su toreo no ha sido exquisito, pero es preciso reconocer que ayer gozó de las virtudes de la quietud y del temple, además del valor. Toreó a la verónica con muy buenas maneras; el toro tomó una vara larga y apuntó bien en banderillas, tan bien que El Cordobés lo esperó de rodillas en el centro del ruedo y le instrumentó seis pases por alto. Después, el toro fue aceptando un toreo parsimonioso y templado en redondo, que se prolongó hasta el circular. Precisamente fue en un circular invertido cuando, al cerrarse la res, levantó los pies del torero. No obstante Manuel Díaz siguió toreando con el corbatín de Rivera como torniquete, mientras que la mancha de sangre que regaba la media aumentaba de tamaño. A partir de ahí subió el dramatismo y la vibración del público, aunque lógicamente el toreo fue más superficial. Terminó de media estocada. Llo había dado todo.
González / Ponce, Cordobés, Rivera
Toros de Manolo González, terciados y con poca fuerza. 1º, 3º, 5º y 6º, mansurrones con dificultades; 2º codicioso y 4º con picante. Enrique Ponce: ovación, oreja y oreja. El Cordobés: dos orejas. Rivera Ordóñez: ovación y aplausos tras aviso. El Cordobés fue atendido de dos cornadas, una en los gemelos con destrozo muscular y otra en región perineal con rotura de fibras del esfínter del ano. Pronóstico grave.Plaza de La Malagueta. 22 de agosto. Octava de feria. Lleno.
En el cuarto, Ponce se vio otra vez espoleado y de nuevo respondió con la muleta sabia y dominadora que requería una res con picante que tenía mucho que torear y a la que dominó a base de un toreo entregado y valiente. Ponce puso conocimiento, inteligencia, valor, entrega y torería. En el primero estuvo técnico, profesional y aburrido, mientras que en el sexto aceptó la pelea. Se fajó con él y aceptó las alternativas, aunque por fin ganó a los puntos.
Rivera Ordóñez tiene voluntad y valor, pero no tiene sitio. Lo intenta todo, consigue poco y le cuesta mucho. No se puede dudar de sus virtudes, pero también son claras unas carencias que le deben hacer reflexionar.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.