_
_
_
_

Incidentes en la casa de Almería-Acoge para menores

El presidente de Almería-Acoge, Juan Sánchez Miranda, se encontró a principios de esta semana con una situación muy delicada en la casa de acogida en la que esta organización aloja a menores inmigrantes en situación de desamparo. El único monitor que se encontraba atendiendo a las ocho personas que había en la casa solicitó la intervención de Sánchez Miranda debido a los conflictos que estaban provocando tres de los jóvenes, supuestamente menores de edad. Tras comprobar la situación, Sánchez Miranda se vio obligado a comunicar la situación a la Guardia Civil para evitar que, tanto el monitor como el resto de menores acogidos, fueran víctimas de algún tipo de altercado. Al día siguiente de la denuncia los tres jóvenes abandonaron la casa, hecho que también se puso en conocimiento de las autoridades.

Más información
El PSOE califica de "hipócita" la política popular sobre inmigración

Acoge estudia cerrar la casa de niños

Juan Sánchez Miranda aseguraba ayer que en estos momentos no conoce el paradero de los tres chicos y que ni él ni Almería-Acoge tiene nada contra tres inmigrantes que han llegado como han podido hasta España con la única intención de buscarse la vida. "Lo que ocurre es que se planteó una situación que hacía temer por la seguridad de los otros acogidos en la casa y del monitor", ha explicado Sánchez Miranda. Ninguno de los tres jóvenes menor de edad. Los inmigrantes que llegan a España de forma ilegal, con la intención de encontrar un trabajo, saben que si aseguran ser menores de edad no serán repatriados. La Junta tiene la obligación de mantenerlos bajo su tutela mientras se determina cuál es la situación real en la que vivían en sus países de origen. Esta artimaña es utilizada en muchas ocasiones por los inmigrantes más jóvenes. El problema es que parece no haber forma de comprobar si dicen la verdad. Los conflictos que esto ha provocado en varias ocasiones han llevado al presidente de Almería-Acoge ha asegurar que se están planteando mantener la casa de acogida mientras no exista una forma de determinar si los chavales que les llegan son realmente menores de edad. "Nosotros queremos ofrecer un servicio público como éste, pero tenemos que contar con las garantías suficientes para poder llevarlo a cabo bien. Tienen que establecerse las medidas adecuadas para saber si los que aseguran ser menores de edad lo son realmente".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_