Airadas protestas en Cádiz tras confirmarse que Defensa va a construir una isla para uso militar
La ratificación del Ministerio de Defensa de su proyecto de construir una isla artificial frente a las costas de Cádiz para hacer prácticas de tiro provocó ayer airadas protestas de colectivos sociales, sindicatos y partidos políticos de la provincia, excepto del PP. El Gobierno central ha ratificado su intención de construir la plataforma -de 25 metros de largo y 12 de ancho- a poco menos de un kilómetro de la playa de Camposoto en una respuesta parlamentaria al diputado de Izquierda Unida Willy Meyer. La plataforma que se creó en Cádiz en contra de la isla volverá a retomar sus actividades.
El Gobierno detalla en la respuesta que levantará una isla flotante para realizar ejercicios militares. La plataforma que rechaza la isla artificial -integrada por PSOE, Nueva Izquierda, IU, PA, CC OO, UGT, CGT, la Federación Ecologista Pacifista gaditana; la asociación de amigos del Parque Natural de la Bahía de Cádiz, el Movimiento de Objeción de Conciencia, Agaden, y las asociaciones de vecinos de Cádiz y San Fernando- responderá de manera fulminante con una campaña de oposición inmediata al proyecto. La respuesta fue tan sorpresiva que el propio el presidente del PP provincial, Antonio Sanz, reconoció que él pensaba que el Ejecutivo estaba replanteándose el proyecto y que Defensa iba a rectificar, igual que hizo con su plan de construir un polvorín militar en la Sierra del Retín en la localidad gaditana de Barbate. Todas las formaciones políticas, excepto el PP, reaccionaron ayer con indignación. Meyer denunció que el Gobierno no atienda los deseos de desmilitarización de la provincia de Cádiz: "Nos provoca una enorme incógnita y malestar por nuestro rechazo a la servidumbre militar de la costa gaditana". Servilismo En parecidos términos se pronunció el secretario provincial socialista, Francisco Vázquez Cañas, que criticó el "servilismo inexplicable" que mantiene Cádiz con el Ministerio de Defensa. "Hay zonas muy afectadas y que cumplen sobradamente con el interés de la defensa nacional, por lo que es lógico que cualquier nueva instalación sea puesta en cuarentena", dijo. Desde Nueva Izquierda, su concejal Juan Ortuño, instó al Gobierno a que aclare un proyecto que calificó como "delirante". La respuesta de los ayuntamientos afectados, Cádiz y San Fernando, fue más moderada y dejó entrever dudas sobre el carácter definitivo de la respuesta. La alcaldesa de la capital, Teófila Martínez, del PP, descartó pronunciarse hasta que el proyecto final le sea notificado de forma oficial. Con todo, se confesó "convencida" de que Defensa cumplirá con la normativa vigente de costas y con los planes urbanísticos de ambos municipios. Por su parte, el alcalde en funciones de San Fernando, Manuel María de Bernardo (PA), manifestó que todavía no tiene la respuesta del Ejecutivo central y que las últimas noticias que tenía indicaban que Defensa estaba replanteándose el proyecto. Todas las formaciones políticas expresaron ayer la necesidad de que la plataforma que rechaza la instalación recobre su actividad después de que iniciase su andadura hace más de dos meses y desactivase sus acciones ante el convencimiento de que el proyecto estaba descartado. Estos colectivos comparten el temor de que la plataforma perjudique seriamente los intereses turísticos, naturales, económicos, sanitarios y culturales de la Bahía de Cádiz. Durante algunas semanas la plataforma recogió firmas y repartió pasquines con el mensaje Que nadie bombardee tu Bahía: No es un objetivo militar.
Misiles contra la plataforma
El pasado 29 de abril, Nueva Izquierda desveló el proyecto de Defensa de levantar en una zona de bajo calado, a 700 metros de la playa de Camposoto, la isla de tiro. La plataforma, con una superficie de 25 metros de largo por 12 de ancho, dispondría de 6.900 metros cúbicos de arena y dos losas de 637 toneladas cada una con la idea de que resista el impacto directo de un objeto de 1.000 kilogramos en caída vertical, como proyectiles convencionales, misiles y cohetes. La isla, que contará con un muelle de atraque adosado, almacén, taller y sala de máquinas, estaría protegida, según los planes de Defensa, por dos diques rompeolas de 700 y 500 metros formados por un núcleo de escolleras de más de 400 kilogramos. El proyecto, que cuenta con un presupuesto cercano a los 500 millones de pesetas, se completa en la playa de Camposoto con unos asentamientos a distancias variables con sus correspondientes caminos de acceso y canalizaciones.
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