"Seguro que recibiré menos codazos"

Reyes Estévez se sentía feliz y Fermín Cacho parecía satisfecho, como si los dos hubieron cumplido con sus obligaciones. "Yo había corrido este año en 3.30 y eso te da moral", señaló el nuevo campeón, que manifestaba su respeto por Cacho. "Todavía es el mejor". No quería presentarse como el nuevo monarca del medio fondo español, quizá porque sabe que Cacho siempre vuelve, pero también sabe que una victoria de este calibre le traslada a una nueva posición. Ya no es el aprendiz o el aspirante, ahora tiene una hoja de méritos -tercero en el Mundial, campeón de Europa- que le coloca en una situación dominante, a la altura de Cacho, y sólo superado por el inaccesible marroquí, campeón y plusmarquista mundial, Hicham El Guerrouj.

"Ha sido más fácil de lo previsto, una carrera muy parecida a la del Campeonato de España", indicó Estévez. Y con razón. Como ocurrió entonces en el Campeonato de España de San Sebastián, atacó a falta de 250 metros y no encontró resistencia apreciable.

Cacho lo explicó a su manera. "He querido seguirle, pero en ese momento me ha faltado potencia. Es el problema de la falta de competición. He estado demasiado tiempo lesionado y eso se paga, pero estoy contento con el resultado".

Cacho declaró que había sentido un pisotón mediada la carrera y que el incidente le había desestabilizado, aunque en ningún momento pretendió justificar la derrota. "Estévez está en un momento extraordinario", agregó el atleta soriano.

El nuevo campeón se vio obligado a hablar más de su futuro que del presente. El pasado día 2 cumplió 22 años y ya se ha establecido como una estrella del medio fondo. "No quiero hablar de límites. Quizá haya alcanzado el mío. ¿Quién lo sabe? Lo único que tengo claro es que a partir de ahora me tratarán mejor en las carreras. Seguro que recibiré menos codazos".