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Gil interpretó como un pacto una charla con Chaves sobre el PGOU

Jesús Gil, alcalde de Marbella, despejó ayer, en una nota del Ayuntamiento, las especulaciones sobre el supuesto acuerdo secreto con el presidente de la Junta, Manuel Chaves, sobre el PGOU de la ciudad costera. Según Gil, Chaves le garantizó en un acto oficial que su consistorio no tendría problemas para sacar adelante el proyecto si era respetuoso con la ley: "Entendimos que era un pacto, que no se nos iba a perseguir por motivos políticos y que cumplirían su palabra, lo que por desgracia no han hecho". El consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, dijo ayer que los únicos que han pactado con Gil para gobernar la Diputación de Málaga son los populares.

En el comunicado, el alcalde marbellí señala que la conversación a la que alude le lleva a afirmar "con rotundidad que sí hubo pacto con Manuel Chaves y Gaspar Zarrías, que nada tienen que ver con pintorescas explicaciones". Gil agrega que se quejó al presidente de la Junta de la discriminación que, a su juicio, sufría la localidad malagueña de dirigentes del PSOE, "por la repercusión de todo lo que hace su alcalde". Según la nota, el socialista le respondió: "Te garantizo, alcalde, delante de todos, que esta Junta que presido jamás actuará de forma ilegal o de represalia contra la ciudad de Marbella, ya que además me consta que estáis permanentemente al habla con la delegación de Málaga y no debe existir ningún problema, según me dicen, y si cumplís la ley se os tratará como a otro Ayuntamiento cualquiera". Jesús Gil explica: "Entendimos que era un pacto, que no se nos iba a perseguir por motivos políticos y que cumplirían su palabra". El regidor marbellí culpa del rechazo al PGOU al vicepresidente del PSOE andaluz, José Asenjo, y argumenta: "Al final se ha impuesto la teoría de los desestabilizadores de la banda de Asenjo, que tienen un enfrentamientos con la Junta y utilizan a Gil como arma arrojadiza". "Habrá pactos vergonzantes en la historia de España, pero uno en el que una parte solicita que se le trate correctamente, como a cualquier otro ayuntamiento y que obtenga un compromiso de que así va a ser y se va a respetar, sólo puede molestar a los habituales del trapicheo, de la componenda y de todo aquello que conforma la gama del trato y del trinque", señala Gil, para insistir en que "la palabra dada por determinadas personas se la lleva el viento y no vale para nada". Legalidad Por su parte, el consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, dijo ayer en Jaén que el comunicado de Jesús Gil confirma lo que siempre ha dicho la Junta: que Marbella recibiría el mismo trato que cualquier otro ayuntamiento si se atenía a la ley y preservaba la legalidad. Zarrías explicó que en la primavera de 1997 Gil acudió, junto con el periodista José María García, a una comida en un restaurante sevillano con el presidente del Betis, Manuel Ruiz de Lopera, para solucionar el conflicto de éste con Canal Sur, y que nunca estuvo presente Manuel Chaves. Según Zarrías, esta cita no dio ningún fruto y fue en una reunión posterior cuando el Betis salvó sus diferencias con la televisión andaluza, en la que ni estuvo Gil ni Chaves. El consejero salió al paso de las acusaciones de pacto oculto con el polémico alcalde del portavoz parlamentario del PP, Manuel Atencia, y señaló: "Creen, como el ladrón, que todos son de su condición".

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