Piqué aconseja a Borrell y Almunia que "hablen con una sola voz y con coherencia"

El PSOE tiene un problema de bicefalia. Sus dirigentes máximos -Joaquín Almunia y José Borrell- no se ponen de acuerdo en su mensaje y Almunia, secretario general del partido, no tiene razón cuando dice que el Gobierno está agotado y ha roto el diálogo con los socialistas. Lo dijo ayer Josep Piqué, ministro de Industria y Energía y portavoz del Gobierno, y aconsejó a los dirigentes socialistas que "hablen con una sola voz y con coherencia". Piqué avanzó que en septiembre el Ejecutivo de José María Aznar ofrecerá diálogo para renovar el Tribunal Constitucional.

Josep Piqué recibió ayer a las cámaras de TVE y contestó a las acusaciones de Joaquín Almunia. Mientras se iban mostrando imágenes del desayuno en familia, de su lectura pormenorizada de periódicos, del niño montando en bicicleta, un Piqué casi más dolido y sorprendido que irritado desgranó, sin subir el tono de voz, sus reproches hacia el PSOE y especialmente hacia su secretario general. Piqué dijo no entender que se pudiera decir, como había dicho el día anterior Almunia, que el "Gobierno estaba agotado y sin ideas", ni que se pudiera achacar al Ejecutivo la ruptura del diálogo. "Es difícil entender esta posición de Joaquín Almunia", dijo mientras revolvía el café sentado a una mesa de mimbre. "El Gobierno tiene pendiente para el próximo curso político la rebaja de los impuestos para los españoles. Tiene pendiente la profesionalización de las fuerzas armadas y, por lo tanto, la supresión del servicio militar obligatorio. También hay que afrontar la reforma de la Administración de Justicia. desde luego, nos queda un trabajo de gran intensidad", se lamentó el portavoz del Gobierno.

¿Ha roto el Gobierno el diálogo, como Almunia había asegurado en Almeria? Piqué ayer dijo que no. Y puso como prueba que, en cuanto se iniciara el nuevo curso político, el Ejecutivo haría una oferta al PSOE para consensuar la renovación del Tribunal Constitucional. "Hay que renovar el Tribunal Constitucional. Llevamos ya retraso", reconoció, "y, por lo tanto, es obligación que todas las fuerzas políticas hagamos un esfuerzo en ese sentido, y eso no tiene absolutamente nada que ver con los procedimientos judiciales que puedan substanciarse ahí".

Como el caso Marey, por ejemplo. El ministro de Industria habló también de ello y dedicó algunas reflexiones de verano a la posibilidad de indulto de los condenados por el Tribunal Supremo, entre ellos el ex ministro del Interior José Barrionuevo y el director general de la Seguridad del Estado Rafael Vera .

Por el Gobierno no va a quedar. O, por lo menos, el Gobierno, según dijo, actuará con "altura de miras". Lo que ocurre es que, aún contando con tan buenos propósitos, Piqué advirtió que la opinión pública entendería mejor el perdón si los afectados por la sentencia la asumieran. "Una vez que ya no quede nada pendiente, desde el punto de vista judicial, también parece razonable y de sentido común que, para que se puedan producir indultos, se produzca asimismo una situación de asunción del contenido de la sentencia, y eso de momento no se ha producido".

El ministro y portavoz del Gobierno explicó lo que, a su juicio, provocaba esta postura de los socialistas: es un problema de bicefalia. Y una vez diagnosticada la causa pasó a aconsejar a las dos cabezas del PSOE y al PSOE en su conjunto. A José Borrell, candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, y a Joaquín Almunia les recomendó que se pongan de acuerdo cuando hablen en público. "Querría desear", dijo -y valga la redundancia-, "que el PSOE hablara con una sola voz y con coherencia".

Buscando un discurso

Josep Piqué no ve esa coherencia ni la deseada única voz. Sin embargo, ello no fue óbice para que el portavoz analizara ante las cámaras de TVE los problemas socialistas y aportara si no soluciones, sí, por lo menos, buenos deseos: "Me parece que el PSOE está buscando un discurso y no lo acaba de encontrar", se lamentó el ministro de Industria. "Tiene, como mínimo, una bicefalia. Espero y deseo que el PSOE acabe adoptando una línea política coherente". Él, que ayer insistía en su independencia política -"nadie me ha pedido que me afilie"- confirmaba su plena coincidencia con el "programa del Gobierno del PP". En el PP, además, no hay crisis y todo es coherente. Así que la posibilidad de que el vicepresidente Francisco Álvarez Cascos abandone el Ejecutivo es un "rumor de verano". "No tengo ningún elemento que me haga pensar que ni el presidente del Gobierno o el mismo vicepresidente primero estén pensando en su salida del Gobierno".

En cualquier caso, Álvarez Cascos ya había anunciado hace tiempo que quería dejar la secretaría general del partido, recordó Piqué. "Eso no es una sorpresa, pero el resto creo sinceramente que es un rumor de verano".