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La "ley Aubry"

El 1 de enero del 2000, las empresas francesas de más de 20 trabajadores deberán haber iniciado la reducción de la jornada laboral a 35 horas. A los trabajadores se les pide a cambio que acepten la flexibilidad en el cómputo horario, que se anualiza y permite adaptar la producción y el trabajo a los flujos de la demanda. Para incentivar los acuerdos la ley prevé subvencionar, de manera progresivamente decreciente, los empleos de las empresas que se plieguen a sus demandas. Las ayudas se hacen efectivas ya en 1998 y son mayores cuanto más rápido se firma el convenio. Es más, si en vez de reducir el tiempo de trabajo un 10% y aumentar el número de asalariados un 6% se reduce la semana laboral un 15% -32 horas- y se aumentan los efectivos un 9%, entonces las subvenciones pueden ser más importantes, alcanzando, en 1998, 13.000 francos (325.000 pesetas) por puesto de trabajo (dan 9.000 francos por aplicar las 35 horas). La ministra de Empleo, Martine Aubry, prometió reducciones de las tasas sociales a los que apliquen bien su ley.

Más información
El convenio del sector metalúrgico francés pone en peligro la semana laboral de 35 horas

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