Yeltsin asegura que utilizará todas las reservas disponibles para defender el rublo

El presidente ruso, Borís Yeltsin, irrumpió ayer en la escena financiera para desmentir de manera categórica una devaluación del rublo, respaldar a su primer ministro, Serguéi Kiriyenko, y garantizar que utilizará las reservas del Banco Central para defender su divisa. De inmediato, la Bolsa de Moscú se recuperó y cerró con un alza del 13,67%. El Kremlin aseguró que el presidente de EEUU, Bill Clinton, manifestó su "apoyo decidido" a los esfuerzos de Yeltsin para superar la crisis durante una conversación telefónica mantendida ayer por ambos mandatarios.

No habrá devaluación. "Lo aseguro firme y claramente", declaró ayer Borís Yeltsin en el aeropuerto de Nóvogorod, ciudad medieval a la que fue para devolverle su antiguo nombre histórico de Nóvgoro el Grande. "En estos momentos hay una nueva ola de crisis financiera en el mundo y tenemos que esforzarnos para mantener la situación bajo control. Hemos calculado nuestras reservas y estamos preparados para enfrentar esta ola", aseguró el presidente. Yeltsin agregó que no ve motivos para volver a Moscú, sobre todo porque su vuelta se interpretaría como señal de que la situación es grave, cosa que, aseguró, "no corresponde a la realidad".El presidente ruso criticó duramente a su ministro de Economía, Yákov Urinsón, del que dijo que desde el punto de vista científico lo sabe todo, pero en la práctica no se orienta. Como es natural, estas declaraciones fueron interpretadas de inmediato como preludio de la próxima destitución de Urinsón.

Y aún así la Bolsa de Moscú ganó un 13,67%. Como el día anterior, las operaciones tuvieron que ser suspendidas, en esta ocasión durante 15 minutos, pero por la razón contraria, porque se había disparado al alza y ganaba un 15% una hora y media antes del cierre.

Llamamiento a la Duma

Ya de vuelta en su residencia de Valdái, donde está de vacaciones, Yeltsin firmó ayer un llamamiento al Parlamento ruso para que se reúna en sesión extraordinaria con el fin de examinar las medidas anticrisis presentadas por el Gobierno. El primer ministro Serguéi Kiriyenko, al que Yeltsin mostró su apoyo abiertamente, desea que los diputados interrumpan su descanso veraniego para aprobar una veintena de nuevas leyes, con las que espera obtener ingresos adicionales en torno a 1,7 billones de pesetas para disminuir el déficit presupuestario.[A última hora de la tarde, el Kremlin informó de una "larga" conversación telefónica entre Yeltsin y Bill Clinton, durante la cual el presidente de EEUU habría expresado a Moscú su "apoyo decidido" en el esfuerzo por superar la crisis financiera. "No se habló de ayudas económicas, sino de medidas para salir de la crisis", informó el portavoz de la Casa Blanca en Washington, Mike McCurry].

A pesar de la recuperación de la Bolsa, la situación en los mercados rusos sigue siendo preocupante. Los bonos del Estado todavía están muy caros y ayer llegaron a ofrecer hasta un 160% de interés. El mercado interbancario siguió prácticamente paralizado por la falta de liquidez y la desconfianza que reina entre los bancos. Irina Yásina, portavoz del Banco Central, advirtió que los días difíciles aún no han terminado, y anunció que Serguéi Dubinin, presidente de la institución, y Anatoli Chubáis, representante de Yeltsin ante los organismos financieros internacionales, regresan este fin de semana de sus vacaciones.