El sector turístico y los alimentos frescos dispararon la inflación durante julio
La inflación se disparó en julio por el aumento de los precios turísticos y de los alimentos frescos. El secretario de Estado de Economía, Cristóbal Montoro, reconoció ayer que, por una vez, no se puede culpar al crecimiento de los salarios de la espiral alcista del Índice de Precios al Consumo (IPC), que subió en julio cuatro décimas y sitúa la tasa acumulada en los últimos 12 meses en el 2,2%, una décima por encima del objetivo anual. En los siete primeros meses, los precios han subido un 0,9%.Montoro reconoció que "los salarios se están adecuando a los nuevos objetivos de inflación en España" y achacó el repunte de los precios a la "tentación de incrementar" los márgenes empresariales en un contexto de mayor demanda. Advirtió a los empresarios que los servicios de defensa de la competencia intervendrán al menor indicio de actuación concertada.
El ministro de Economía, Rodrigo Rato, admitió, por su parte, que el dato de inflación de julio es superior al que esperaba el Ejecutivo, informa Manel Pérez, aunque matizó que "no desvirtúa el objetivo del Gobierno (2,1% para todo el año), que sigue siendo alcanzable". El gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, afirmó que, aunque no había tenido tiempo de estudias los datos, el IPC de julio "no es bueno", aunque expresó su esperanza en que "pueda corregirse a lo largo del año".
1,6% de aumento
Tanto Rato, que participó en Avilés (Asturias) en un seminario sobre el euro y Latinoamérica, como su secretario de Estado, apuntaron directamente al sector que más ha contribuido al incremento de precios el mes pasado: el turístico, con un aumento del 1,6% en sus precios.Tras la hostelería y el turismo, el sector que más contribuyó al aumento del IPC fue el de la alimentación, con un aumento del 0,4% debido a las fuertes subidas de la carne de ovino (8,7%), de la fruta fresca (2,3%) y de la carne de pollo (3,9%).
La inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) subió el mes pasado un 0,2%, situando la tasa acumulada en los siete primeros meses en el 1,6% y la interanual (julio de 1998 sobre julio de 1997) en el 2,5%.
Por comunidades autónomas, los precios subieron con especial fuerza en julio en La Rioja (0,7%), Aragón (0,6%) y Melilla (0,6%), si bien, los incrementos afectaron a todas las regiones. En lo que va de año, las alzas de precios han sido especialmente notables en Melilla (2,8%), en Canarias (1,8%) y en Cantabria y el País Vasco (1,4% en ambas).
El fuerte tirón de los precios registrado en julio provocó ayer un alud de reacciones, con dos extremos, el del Gobierno, que resaltó el carácter estacional de los aumentos y la convicción, expresada por Montoro, de que los precios en el sector servicios "están tocando techo" y el de los sindicatos, que acusaron al Gobierno de "pasividad" en materia de control de precios (UGT) y de "comportamiento insolidario y miope" a los empresarios (CCOO).
Entre dos fuegos, la patronal hotelera, Zontur, aseguró a través de su secretario general, Felipe Gaspart, que las críticas hacia el sector son "injustas y equivocadas". Pese a todo, Gaspart adelantó la posibilidad de que el sector acuerde con el Ministerio de Economía una congelación en los precios máximos oficiales de los alojamientos.
Más fría, la organización patronal CEOE se limitó a señalar que la causa de los aumentos de precio es estacional y que confía en que a final de año se cumpla la previsión del 2,1%.
En línea con las organizaciones sindicales, el PSOE, principal partido de la oposición, destacó que el Ejecutivo lleva a cabo "una política mostrenca y egoísta que no pretende la eficacia económica, sino simplemente hacer felices a los empresarios que conforman su electorado". Para el PSOE, el descontrol de los precios pone de manifiesto la insuficiencia de las reformas planteadas por el Gobierno del PP en determinados sectores productivos .
Por parte de Izquierda Unida una advertencia: los aumentos de precios no pueden ser excusa para poner en marcha ajustes que repercutan de forma negativa en la actividad económica. El PP destacó el impacto negativo que el aumento descontrolado de los precios puede tener sobre el empleo e hizo un llamamiento a los empresarios del sector turístico para que contribuyan a la estabilidad general de la economía.
Desde el área financiera también hubo valoraciones. El BCH calificó el dato de IPC de julio de "sorpresa negativa". La entidad mantiene su previsión de que la inflación se reducirá en la segunda mitad del año hasta llegar al 1,5% en diciembre, pero advirtió que se mantienen "señales de alerta a medio plazo".
Por su parte, Banesto hizo hincapié en que el repunte inflacionista de julio puede retrasar la rebaja de tipos de interés, que en principio, y según la entidad, podría haberse producido en la subasta decenal de certificados de depósito del 15 de septiembre.
El mal dato de precios registrado en el mes de julio "alarmó" también a la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (Ceaccu), que acusó al sector turístico de "abusar del consumidor" y generalizar la actitud de "hacer el agosto".
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