Barajas corrige sus deficiencias en la prevención y extinción de incendios

Barajas será, a partir de fin de año, un lugar más seguro. El aeropuerto madrileño ha comenzado ya a corregir sus deficiencias en los sistemas de prevención y extinción de incendios, algunos de ellos denunciados en un informe por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en marzo de este año. Una partida de 770 millones de pesetas ya está en marcha para mejorar desde los extintores a las puertas, pasando por la coordinación general del aeródromo en caso de catástrofe. La primera fase de las obras está previsto que acabe en diciembre.La OCU, con el apoyo de la Comisión Europea, visitó 34 aeropuertos desde octubre de 1997 y enero de 1998. Entre ellos, el de Düseldorf (Alemania), en el que un incendio ocurrido en abril de 1996 mató a 17 personas. Una de las conclusiones del estudio fue la siguiente: ni Barajas ni Palma de Mallorca ni el Prat de Barcelona cumplen todos los requisitos a la hora de conjugar los peligros de un incendio. En lo que respecta a Barajas, la OCU resaltó, entre otras cosas, que las terminales no están lo suficientemente compartimentadas como para evitar que un hipotético incendio se propague rápidamente, que las salidas de emergencia estaban señalizadas confusamente y que los falsos techos albergan racimos de cables peligrosos.

El estudio añadía que los teléfonos públicos no presentaban números de emergencia y que las instrucciones en caso de emergencia de los ascensores se encontraban mal puestas y eran poco visibles. Los responsables de Barajas aceptan las críticas de la OCU, pero precisan que ya habían pensado en las soluciones antes de que les llegara el informe. "Hicimos un estudio de la seguridad del aeropuerto nosotros mismos meses antes de conocer las denuncias de la OCU. Además, algunas de las críticas las aceptamos, pero otras no, ya que eran muy generalistas", comentó ayer un portavoz del aeródromo. Los responsables del mismo precisan que las mejoras no se aplicarán a todas las instalaciones de Barajas.

La explicación es sencilla: el aeropuerto de Barajas conjuga construcciones modernas, que cumplen a rajatabla todas las recomendaciones y obligaciones relativas a la seguridad, y otras más antiguas (la actual T1 y T2, lo que antes era Nacional e Internacional), que necesitan una mejora.

Barajas contará con un centro integrado que coordinará las labores en caso de incendio

Entre las novedades que incorporará en breve el aeropuerto o que ya ha puesto en marcha para mejorar la prevención o la extinción de incendios se cuentan las siguientes:

Puertas abatibles. Las 105 puertas de cristal de entrada al aeropuerto tienen desde el principio de este año un nuevo sistema de apertura: además de deslizarse de forma automática, se pueden abrir con la mano como una puerta normal. La razón es evidente: que permitan un desalojo rápido de las terminales incluso sin contar con corriente eléctrica.

Compartimentación difícil. Una de las denuncias de la OCU es que las terminales de Barajas no están compartimentadas lo suficiente. Esto resultaría fatal en caso de incendio, ya que el fuego no encontraría nada que le cortara el paso. Barajas ya ha pensado en el asunto, pero el arreglo no llegará de inmediato. "En esta partida de 770 millones no se va a arreglar la compartimentación de las terminales porque es una cuestión difícil. Se puede compartimentar una oficina, pero ¿cómo se compartimenta una terminal? Por eso, hemos pedido ayuda a técnicos del Ayuntamiento. Empezaremos en diciembre, cuando hayamos terminado con lo demás", señaló ayer un portavoz de Barajas.

Extintores y carteles. El aeropuerto de Barajas ha empezado ya a sustituir los extintores existentes por otros 1.500 más modernos. Por otra parte, la OCU denunció en su informe que en el aeródromo madrileño los carteles indicadores de las salidas de emergencia, además de escasos, están mal puestos y tienden a confundir. Barajas ya ha previsto la solución: están en marcha 1.500 nuevos carteles que aclaren a los pasajeros por dónde se sale en caso de incendio. El aeropuerto también cambiará, según explicó ayer un portavoz, los consejos que figuran en los ascensores que explican qué hay que hacer en caso de peligro a fin de que se vean más. También incluirá los números de emergencia en los teléfonos públicos.

Centro coordinador. Barajas pondrá en funcionamiento antes del final de año un centro coordinador de emergencias. Allí irán todos los datos que recojan los distintos sistemas del aeropuerto en caso de emergencia o de incendio. "En una misma sala, que estará comunicada y coordinada con los bomberos del aeropuerto, se sabrá en qué sitio se ha localizado el incendio, a qué instalaciones afecta, qué es lo que funciona o qué no, qué es lo que hay que desactivar...", explica el portavoz del aeropuerto.

Pasillos largos. La OCU denunció que en el aeropuerto madrileño existen "pasillos largos y complicados" que pueden dificultar el desalojo rápido en caso de emergencia. Barajas no está nada de acuerdo: "No existen esos pasillos. Es una crítica que no aceptamos. Precisamente, Barajas se caracteriza por ser un aeropuerto estrecho y sin pasillos largos", explica el portavoz.

Cables en los techos. El aeropuerto de Barajas solucionará en breve algo importante a la hora de evitar que una chispa se convierta en tragedia: aplicar cortafuegos en los cables situados en los falsos techos de determinadas zonas. La OCU ya lo criticó en su informe: "[Hay] conducciones de cables sin que exista una canalización de protección". Además, el aeropuerto modificará los sistemas para detectar rápidamente incendios en los cables.