Mariah se hace fotos en Bilbao
Con esos aires que caracterizan a las superestrellas, la artista hizo esperar a los reporteros más de una hora para dejarse fotografiar y contestar a apenas media docena de preguntas. La cantante pop norteamericana Mariah Carey llegó ayer a las dos de la tarde al Museo Guggenheim Bilbao, a bordo de una flamante limusina azul, para grabar en el interior del edificio construido por Frank O. Gehry un vídeo musical de su último disco, Sweet heart (Dulce corazón), cuenta Juan Muñoz-Baroja. No le apetecía venir a Bilbao. Estaba en Nueva York cuando el director del vídeo le enseñó unas fotografías del museo, ayer cerrado al público por el descanso semanal, y el edificio le pareció tan magnífico que tuvo que venir. "Creo que es uno de los edificios más increíbles del mundo", dijo. La jornada de ayer, entre rodaje y maquillaje, no le dejó a la ganadora de numerosos premios Grammy, y cuyas ventas se calculan en unos ochenta millones de discos, tiempo para visitar las piezas de la exposición China: 5.000 años. La cantante, de 28 años, una de las mejores entre las mejores, se trasladará hoy a San Sebastián para concluir la grabación del vídeo, que estará a disposición de sus fans a partir del próximo mes de septiembre.Seguimos hablando de los mejores y continuamos por el norte. Cuando hace unos días el Consejo de Ministros concedió diversas condecoraciones a instituciones e ilustres personajes asturianos hubo reacciones de todo tipo, desde la modestia de unos hasta el "Me la merezco" que inmediatamente señaló la escritora Corín Tellado. Las declaraciones de María del Socorro Tellado, que ha publicado más de 5.000 novelas, de las que se han vendido unos cuatrocientos millones de ejemplares en todo el mundo y que luce el récord del Guinness de ser la autora más vendida en lengua castellana, han sido objeto de numerosos comentarios en la prensa. El filósofo riojano Gustavo Bueno, que ha prologado el libro Corín Tellado. Medio siglo de novelas de amor (1946-1996), recordaba una anécdota de Miguel de Unamuno cuando, al recibir una condecoración de manos de Alfonso XIII, manifestó que era digno de ella. El rey le contestó que todo el mundo al recibir tal honor dice lo contrario. La respuesta del pensador vasco parece que fue algo así: "En estos actos todo el mundo dice la verdad".
La única hija viva del mencionado monarca, la infanta Beatriz de Borbón y Batemberg, recordó ayer en Segovia sus épocas de niña, cuando jugaba por los alrededores del palacio de Riofrío, acompañada de su cuñada, doña María de las Mercedes, condesa de Barcelona y madre del rey Juan Carlos. Junto con varias amigas, como las marquesas de La Rambla, Somosancho, Casinas, Tavira y Tablantes, ambas almorzaron una típica comida segoviana, es decir, judiones de La Granja y cochinillo asado, partido a la manera tradicional por José María Ruiz Benito, pese a que en el exterior la temperatura sobrepasaba los 35 grados. La infanta Beatriz, asegura Aurelio Martín, aún pidió un plato de croquetas porque en su residencia romana no se las ponen.
Tampoco se debieron de conformar con un tentempié los 4.000 invitados ayer a la ceremonia de proclamación como sucesor en el trono de Brunei del príncipe Al Muhtade Bilah, hijo mayor del sultán Hassanal Bolkiah, considerado como uno de los hombres más ricos del planeta. El que será trigésimo sultán del pequeño Estado de la isla de Borneo, convertido años atrás por la gracia del petróleo en un oasis de riqueza, al recibir la kris -la daga recubierta de joyas que le asegura el derecho al trono-, apareció vestido con una túnica bordada en oro y portando sobre su cabeza la corona. Luego besó sonriente la mano de su padre, gobernante de uno de los últimos reductos del mundo donde sigue vigente la monarquía absolutista. Al Muhtade Bilah heredará una flota de automóviles de superlujo, aviones privados, cuadras de valiosos caballos de carreras... y pozos de petróleo.
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