Profesionales del rescate
"No somos héroes ni locos", dicen algunos de los 170 especialistas del equipo de rescate israelí que desde hace cuatro días rastrean en busca de personas con vida debajo de los escombros próximos a la Embajada estadounidense en Nairobi. En un tiempo récord han recuperado media docena de supervivientes y una treintena de cadáveres. Esta unidad de élite, considerada una de las mejores del mundo, ha estado presente en los últimos 15 años en casi todas las catástrofes: terremotos de México y Armenia, incendios de Turquía o el atentado en la Embajada israelí en Buenos Aires.Pocas horas después de la explosión de Nairobi, los hombres de la Unidad K-9, pertenecientes al Ejército israelí, viajaron a la capital keniana a petición de EEUU. En el avión llevaban lo necesario: perros adiestrados, un equipo de enfermeros y más de cuatro toneladas de material sofisticado capaz de descubrir cuerpos en condiciones difíciles.
El equipo fue creado por el Ejército en los años ochenta para actuar en Líbano en operaciones de salvamento de instalaciones devastadas por los comandos suicidas.
Ángeles del cielo
"Ustedes vienen como ángeles del cielo", dijo el domingo con una sonrisa uno de los responsables de la Cruz Roja de Nairobi, pocos minutos después de que fuera rescatado entre las ruinas Francis Gatili Nganga, un hombre que había permanecido 36 horas atrapado bajo los escombros. Las seis horas de esfuerzo fueron premiadas con una salva de aplausos de centenares de curiosos que se habían congregado en el lugar del siniestro.El héroe de esta operación era un joven de 26 años, estudiante de quinto curso de Arquitectura de la Facultad de Bellas Artes de Jerusalén. Al día siguiente acudió al hospital para saludar a Gatili Nganga, que quería conocer al israelí que le había salvado la vida.
Esto de "salvar vidas es algo que llevamos en la sangre", asegura en Nairobi uno de los responsables del equipo. En Jerusalén, un portavoz de esta unidad de especialistas le daba la razón: "Espero que esta operación sirva para mostrar al mundo el lado positivo del Ejército israelí".
Pero no todo son aplausos. Las primeras críticas han llegado desde casa. La prensa ortodoxa judía más radical -el periódico Hamodia- se quejó ayer de que los soldados del equipo de rescate hubieran vulnerado el descanso obligatorio del sabat para viajar ese día a Nairobi con el fin de "rescatar a un gentil". La polémica de los ultras ha obligado a varios rabinos a salir en defensa de los soldados y recordar el principio de que cualquier mandamiento religioso puede y debe quedar en suspenso, si con ello se salva una vida.
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