"Una bomba muy bien hecha"

El coche bomba que estalló junto a la Embajada de EEUU en Kenia el pasado viernes podría haber sido fabricada con 250 kilos de explosivos, según un oficial británico que llegó de los primeros al lugar del atentado. "Mi estimación es que la bomba podría tener entre 200 y 250 kilos de explosivos", señala el comandante Rhyl Jones, ingeniero de la guarnición del Ejército británico en Nairobi. Jones cree que "probablemente eran explosivos comerciales, por las repercusiones que sufrieron los edificios de los alrededores"."La mayor parte del efecto explosivo fue hacia arriba. Obviamente, la base del vehículo sirvió de plataforma para la carga y por eso los destrozos llegaron a una altura tan elevada", en opinión de Jones, que añade: "El cráter detrás de la embajada estadounidense era de aproximadamente cinco metros de diámetro, con tres o cuatro metros de profundidad en el lugar más hondo".

Rhyl Jones, con experiencia previa como comandante con tropas a su cargo en Irlanda del Norte y en las islas Malvinas , fue encargado por las autoridades británicas el pasado viernes de enviar la mayor cantidad posible de soldados a la zona, para colaborar en las tareas de rescate de la embajada estadounidense.

El comandante británico llegó al escenario del atentado una hora después de la explosión: "Sin duda es la bomba más grande de todas las que he visto en mi vida".

Jones estima que para la fabricación del artefacto pueden haberse empleado los más diversos componentes, incluyendo fosfato amónico y explosivos plásticos.

"Creo que era una bomba muy bien hecha. No me parece que haya sido construida aquí, en esta ciudad. Es solamente una conjetura, pero tengo la impresión de que se ha manufacturado en algún otro lugar y luego ha sido traída".