La "mayéutica" como método para implantar el socialismo

Se podrá decir lo que se quiera. Nunca que Julio Anguita no se prepare sus conferencias. Ambiente académico y, por tanto, lenguaje académico. Como debe ser. Ayer el secretario general del PCE dejó sorprendidos a muchos de los asistentes al seminario sobre El socialismo y los desafíos del siglo XXI, dirigido por Manuel Monereo dentro de los cursos de verano de la Universidad Complutense.El secretario general del PCE, que tuvo el detalle de citar un trabajo del director del curso, habló de la "mayéutica" socrática -el arte con que el maestro, con su palabra, va descubriendo en el alma del discípulo nociones que no sabía que tenía- para referirse al método que los partidos deben emplear para acercarse a la sociedad. Y no fue una sola vez. Lo repitió en varias ocasiones. Las mismas en que se refirió a Parménides y a Heráclito. A Troski y a Lenin.

Así que Anguita habló a sus discípulos. Y, sobre todo, del alma de sus discípulos. Para él, el socialismo es algo que hay que imbuir por inducción y no por deducción. Y pasó de la deseabilidad a la factilidad como de la izquierda teórica a la izquierda transformadora. Su teórica sobre el comunismo fue escuchada con respeto. Y apenas contestada.

Tal vez porque, además, citó quizás sin pretenderlo -¿o sí?- a algunos clásicos. Por ejemplo a San Pablo cuando dijo. "La lucha con la que nos enfrentanos es entre lo viejo y lo nuevo". Es la lucha entre el hombre viejo y el hombre nuevo que avanzaba el pensamiento paulino.

O cuando parafraseó a otro clásico moderno como El Roto. Al hablar de las declaraciones de José Borrell sobre los "errores de la lucha antiterrorista en la transición", Anguita dijo que apoyaría a los socialistas si éstos demostran que, antes de ellos, había habido "guerra sucia". Y añadió: "Nosotros creemos que hay que aplicar la justicia para todos, no la injusticia para todos". En un viejo chiste, El Roto decía: "Si no la justicia, al menos que la injusticia sea igual para todos". Más o menos, lo mismo, o lo contrario.